Euskal Hiria
Pastor por un día en Abadiño: actividades y precio
5 minPodrás conectar con la naturaleza en estado puro mientras ordeñas ovejas, hacer cuajadas y talos disfrutando de la auténtica vida rural vasca.
La tierra del txakoli y los pintxos por antonomasia está llena de paisajes preciosos, una gastronomía de 10 y muchas pero que muchas tradiciones. Eso es algo que define a Euskadi, la cantidad de tradiciones, fiestas e historia que hay tras ellas. Muchas de ellas son muy antiguas, y aunque las conocemos, no profundizamos mucho.
La historia y la cultura es algo que va entrelazado en Euskadi, y como decimos, todo vasco conoce el txakoli, la fiesta de San Blas o el carnaval de Lantz, pero ¿ su origen, evolución y demás? No cualquier ahonda tanto.
Desde las ancestrales festividades en honor a la diosa Mari hasta las coloridas fiestas patronales que pintan de alegría nuestros pueblos, en Euskadi cada celebración es un tesoro que nos conecta con nuestros antepasados y nos recuerda quiénes somos.
Para ayudarte a ti y a cualquier persona que quiera conocer un poco más la cultura vasca, aquí vamos a hablar sobre las tradiciones más antiguas que tenemos en Euskadi.
Desde las tradiciones ancestrales hasta las competencias de levantamiento de piedra en las fiestas de San Juan, nuestras tradiciones son como un fuego que nunca se apaga, siempre ardiendo con la misma pasión de nuestros antepasados.
Así que, agarra tu txapela y tu makila, que vamos a adentrarnos en un viaje lleno de historia, color y sabor, porque en Euskadi, las tradiciones no solo se viven, ¡se sienten en lo más hondo del alma!
Euskadi vive con gran pasión las tradiciones que tienen relación con la religión, dándoles su propia interpretación y celebrándolas por toda la comunidad.
Cada 4 de febrero, las calles de Euskadi se llenan de euskaldunes con la makila en la mano para cantar las coplas tradicionales de Agate Deuna, en vísperas de esta festividad religiosa. La tradición de Santa Águeda tiene raíces tanto cristianas como paganas, honrando a la virgen y mártir siciliana del siglo III.
Estas festividades son acompañadas por canciones que resuenan por ciudades, pueblos y barrios de Euskal Herria, entonadas al ritmo de las makilas golpeando el suelo, una tradición que se cree puede remontarse a la mitología vasca.
En la víspera de Santa Águeda, numerosos coros, txikis y kuadrillas salen a las calles para cantar y celebrar. Desde los txikiteros de Bilbao recorriendo el Casco Viejo hasta los desfiles de mujeres ataviadas con trajes tradicionales en Donostia, la festividad se celebra con entusiasmo en toda Euskadi.
Las Fiestas de San Pedro y San Marcial, conocidas como Sanmarciales, son el evento más destacado de Irun, aunque ninguno de los dos santos es el patrón de la ciudad, honor que corresponde a Santa María del Juncal.
Sin embargo, se les rinde homenaje en el aniversario de la batalla más importante en la historia de la ciudad. Estas fiestas se celebran a finales de junio y culminan con el Alarde de San Marcial, un desfile cívico y militar que conmemora la victoria de los irundarras sobre los invasores franceses y navarros.
Durante esta semana, las calles se llenan de tamborradas, eventos deportivos, gigantadas, y otros actos sociales, ofreciendo una gran oportunidad para disfrutar de la euskal kultura.
El Alarde de Irun, la parte más emblemática de estas festividades, es un evento donde cientos de personas, divididas en compañías representativas de cada barrio, se visten con txapelas rojas, camisetas y pantalones blancos, y cinturones, uniéndose al espectáculo de música de pífanos y tambores.
Las fiestas de la Virgen de la Guía en Portugalete se celebran el 1 de julio con eventos como el chupinazo, carreras solidarias, procesiones, bajadas de la Virgen, concursos, danzas y música en vivo.
Las actividades culminan con una gran bajada a medianoche y continúan al día siguiente con más eventos organizados por el ayuntamiento, como concursos gastronómicos y competiciones deportivas. Es una celebración festiva que reúne a la comunidad en honor a la patrona de la ciudad.
Las Fiestas del Carmen en Santurtzi son una celebración arraigada en la devoción por la Virgen del Carmen, patrona de los marineros y pescadores. Aunque originalmente el patrón del municipio era San Jorge, la influencia de la actividad marítima llevó a que la población costera adoptara a la Virgen del Carmen como su protectora.
Desde la Gran Sardinada y el Txupinazo que marcan el inicio de las celebraciones, hasta la regata de balandros y la procesión marítima, una de las más antiguas de la región, el programa incluye numerosas actividades culturales, religiosas, deportivas y de entretenimiento que reflejan la identidad y tradiciones del pueblo de Santurtzi.
Las Fiestas del Carmen en Santurtzi son una oportunidad para disfrutar de la cultura, la tradición y la hospitalidad de esta localidad costera del País Vasco, mientras se rinde homenaje a la patrona de los marineros y se celebra la identidad única de la comunidad.
La Fiesta de la Virgen Blanca tiene sus raíces en la historia medieval de Vitoria-Gasteiz, remontándose al siglo VIII cuando la ciudad fue fundada por el rey navarro Sancho el Fuerte.
Según la tradición, durante la Reconquista, Sancho el Fuerte pidió la protección de la Virgen María antes de la batalla que decidiría el destino de la ciudad. Se dice que en la víspera de la batalla, la Virgen se apareció en forma de una paloma blanca, inspirando así el nombre de la Virgen Blanca.
La festividad se ha celebrado desde entonces como un símbolo de la protección divina y la identidad de Vitoria-Gasteiz. Durante la semana de celebración, la ciudad se llena de actividades que incluyen eventos culturales, deportivos y religiosos.
Uno de los aspectos más destacados es el Desfile de Blusas y Neskas, donde los vitorianos y visitantes se visten con trajes tradicionales vascos y desfilan por las calles, creando un ambiente festivo único.
Las festividades de San Prudencio, que llenan de vida a Vitoria cada mes de abril, prometen una experiencia llena de tradición y diversión en el 2023. Estas celebraciones, que honran al patrón de la ciudad, San Prudencio, y a Nuestra Señora de Estíbaliz, tienen raíces profundas en la historia y la espiritualidad de la región.
San Prudenci es venerado como un santo importante en la comunidad, mientras que Nuestra Señora de Estíbaliz, cuyo santuario románico se encuentra a las afueras de la ciudad, atrae a los fieles en la romería que marca el clímax de las festividades.
Con música, comida, eventos culturales y religiosos, Vitoria recibe a lugareños y visitantes en un ambiente de celebración y alegría, renovando así la tradición que ha perdurado durante siglos en honor a sus patrones venerados.
La fiesta de San Blas de Euskadi es una tradición que se celebra el 3 de febrero en honor al santo patrón de los enfermos de garganta. Según la leyenda, San Blas salvó a un niño que se ahogaba con una espina de pescado, y por eso se bendicen las gargantas con unos cordones de colores que se llevan al cuello durante nueve días y luego se queman.
La fiesta también se aprovecha para comprar y degustar los dulces típicos de anís, como las rosquillas o la torta de San Blas. La fiesta tiene mucha popularidad en Bizkaia, especialmente en Abadiño, donde se celebra una feria agrícola y ganadera. También se festeja en otras localidades de Gipuzkoa y Araba, con actividades como mercados, pasacalles, música y concursos.
El día de Santo Tomás es una festividad emblemática en el País Vasco, donde muchos pueblos y localidades se transforman en bulliciosos mercados rurales. Las calles se llenan de vida, con el aroma tentador del talo con txistorra y el sonido del folclore vasco y los bertsolaris.
Esta tradición tiene sus raíces en el siglo XIX, cuando los baserritarras viajaban a la ciudad para pagar la renta anual a los arrendatarios de las tierras que trabajaban, lo que solía coincidir con el día de Santo Tomás.
Aprovechando el viaje, llevaban consigo productos agrícolas para vender o intercambiar, dando origen a una feria que ha perdurado y se ha convertido en una de las celebraciones más importantes de Euskadi, conectando el mundo rural con el urbano.
Durante el Día de Santo Tomás, es costumbre disfrutar de talo con txistorra y sagardo, una combinación deliciosa que forma parte de la esencia de esta festividad. Además, el ambiente festivo se completa con la vestimenta típica de baserritarra o casero, que muchos vascos y vascas lucen con orgullo durante este día.
Este atuendo, compuesto por elementos como la txapela, el pañuelo de cuadros y las albarcas, refleja la rica tradición cultural y el arraigo al mundo rural que caracteriza a esta festividad tan especial.
El Antzar Eguna, una festividad única y peculiar, encuentra sus raíces en la curiosa tradición de Lekeitio de orientar sus celebraciones hacia los gansos en lugar de las típicas konparsas, gigantes o toros.
Si bien la primera referencia a esta práctica se remonta a 1631, cuando los vecinos colgaban gansos durante las festividades de la Virgen de agosto, no fue hasta principios del siglo XVIII cuando San Antolín se convirtió en el patrón predominante del pueblo.
El Antzar Eguna como lo conocemos hoy en día comenzó en 1877, en el contexto de las festividades de San Antolín. En sus inicios, solo los marineros podían participar en la competencia, con estrictas regulaciones de velocidad y número de miembros de la tripulación.
Aunque los gansos en su momento eran animales vivos, hoy en día están hechos de materiales sintéticos. Esta práctica cambió por petición popular tras alguna pequeña controversia.
La festividad ha evolucionado con el tiempo, conservando muchas de sus tradiciones, como las alzadas y las reglas para la competencia, ha surgido una variante terrestre en lugares como Markina, Sara, Biriatu, Zuraide y Urruña, donde se realizan carreras a caballo, pero manteniendo la esencia festiva vinculada al Carnaval.
Cada año, el 20 de enero, Donostia se transforma en un bullicioso escenario de celebración en honor a San Sebastián, su patrón, con la tradicional Tamborrada. Adultos y niños recorren las calles vestidos como soldados napoleónicos, cocineros y aguadoras, marcando así uno de los mayores orgullos de la ciudad.
La Tamborrada de Donostia está estrechamente ligada al día consagrado a San Sebastián, un militar convertido en santo que optó por su fe en lugar de servir al Imperio Romano.
La historia se remonta a la Guerra de la Independencia y la ocupación napoleónica, cuando los donostiarras, en un acto de resistencia contra la ocupación, comenzaron a tocar tambores y cántaros para contrarrestar el ruido militar.
Hoy en día, la Tamborrada representa el evento festivo más destacado en Donostia y obtuvo el reconocimiento como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2018. La festividad arranca con el izado de la bandera en la plaza de la Constitución a medianoche, seguido por la interpretación de la "Marcha de San Sebastián" por parte del grupo Gaztelubide.
Los carnavales en Gipuzkoa son una celebración muy especial en muchos municipios. Destacan los de Tolosa y Donostia, pero no podemos olvidar otros como Amezketa, Abaltzisketa, Azpeitia, Antzuola o Aretxabaleta.
En Navarra, los Carnavales son una colorida y bulliciosa celebración que llega para ahogar las penas del invierno. A lo largo y ancho de la región, estos festivales despliegan un variado repertorio de ritos ancestrales que revitalizan la región durante estas celebraciones.
En Tolosa, los carnavales son por excelencia en Euskadi. Durante varios días, la ciudad se llena de visitantes que disfrutan de su ambiente festivo. La fiesta comienza con el Ostegun Gizena o Jueves Gordo, seguido por las Tamborradas de adultos y txikis.
En Bizkaia, municipios como Bilbao, Mundaka, Markina-Xemein, Lekeitio y Durango se preparan para celebrar con comparsas, cánticos y danzas. En Bilbao, los carnavales comienzan con el juicio a Farolín y Zarambolas en la Plaza Nueva, seguido por desfiles, talleres infantiles, conciertos y la quema de la sardina.
Mundaka destaca por sus carnavales únicos, donde se recrean leyendas de Urdaibai con disfraces de brujas y Lamias para las mujeres, y Atorrak para los hombres, inspirados en la leyenda del Conde Antón Erreka.
En Araba, los carnavales se celebran en municipios como Vitoria-Gasteiz y Zalduondo. En Vitoria-Gasteiz, las calles se llenan de comparsas y actividades festivas, mientras que en Zalduondo, Marquitos es juzgado y quemado simbólicamente como parte de una antigua tradición.
Entre los carnavales más originales y representativos de la provincia se encuentran el de Ituren y Zubieta, en el hermoso valle pirenaico de Malerreka.
Esta festividad, reconocida como Bien de Interés Cultural, se celebra con un desfile de "zanpantzar", personajes rudos y coloridos que hacen resonar grandes cencerros sujetos a sus cinturas, en un recorrido único entre los pueblos.
Otro carnaval destacado es el de Alsasua, donde los "momotxorros", personajes con grandes cornamentas y rostros ocultos, emergen en las calles de la localidad al anochecer del martes, en una experiencia única y asombrosa. La tradición, perdida en el siglo XX y resurgida en los años 80, ha incorporado nuevas figuras y enriquecido la celebración.
Finalmente, en el Valle de Ultzama se celebra un carnaval reconocido como "Bien de Interés Cultural", donde destaca la persecución del malvado Miel Otxin por las calles del pueblo, acompañado de una variedad de personajes y rituales tradicionales que llenan de color y alegría el Valle.
Además de todas estas tradiciones, existen otras que no guardan una relación estrictamente directa con la religión pero que están muy arraigadas en nuestra sociedad.
La Gau Beltza es una festividad tradicional en Euskadi, marcada por la atmósfera misteriosa del otoño. Durante esta celebración, conocida también como Arimen Gaua, se cuentan historias de terror y se adornan las casas con calabazas y velas.
Los niños se disfrazan y realizan travesuras, se encienden hogueras para guiar a los espíritus y ahuyentar a los malignos. Esta festividad, que conmemora el fin de la cosecha y el año, tiene sus raíces en los pueblos celtas que se establecieron en la región.
Aunque se celebra de diferentes maneras en cada pueblo, la esencia de la Gau Beltza perdura en toda Euskadi, manteniendo viva la tradición de conmemorar la víspera del Día de Todos los Santos como lo hacían nuestros antepasados.
El bertsolarismo, una antigua tradición vasca que persiste hasta nuestros días, tiene sus raíces en la literatura oral espontánea. Como los juglares de antaño, los bertsolaris improvisaban sus versos en las plazas, creando un diálogo entre parejas o recitando discursos sobre una amplia variedad de temas.
Un bertso está compuesto por métrica y rima, lo que requiere precisión en su creación a pesar de ser improvisado. Las métricas más comunes incluyen el zortziko mayor, el hamarreko mayor, el zortziko menor y el hamarreko menor.
Los deportes rurales vascos, conocidos como Herri Kirolak, son una manifestación arraigada en la identidad cultural de Euskadi y Navarra. Surgidos de las labores tradicionales de los baserritarras en los caseríos, estas actividades se han convertido en deportes que celebran la destreza física y la resistencia.
Desde el corte de troncos hasta el transporte de pesas, cada modalidad refleja una parte de la vida rural vasca y se practica en eventos y competiciones a lo largo del año. Entre ellos están el Aizkora (cortar troncos con hacha), la Tronzta (cortar troncos con sierra de dos agarraderas) o el Harri Jasotzea (levantar piedras).
Además, hay otras modalidades como el transporte de pesas, la siega de hierba, el levantamiento de yunques, carreras de saco, levantamiento de carros, alzada de fardos con polea, recogida de mazorcas, entre otras, que muestran la diversidad y riqueza de los deportes rurales vascos.
Estos deportes no solo son una forma de mantener viva la tradición y la cultura vasca, sino también una oportunidad para disfrutar del compañerismo y la competición en un entorno que celebra la vida en el campo.
El Olentzero es una figura icónica y entrañable de la Navidad en Euskadi, Navarra e Iparralde. Este personaje mitológico, representado como un carbonero con ropa tradicional vasca y una pipa, desempeña un papel importante en las festividades navideñas al llevar regalos a los niños el día de Navidad.
Los niños suelen escribir cartas al Olentzero expresando sus deseos para la Navidad, y luego esperan con anticipación la llegada de los regalos.
El origen del Olentzero está vinculado a las antiguas celebraciones del solsticio de invierno, donde se utilizaba un tronco (llamado Olentzero) para alimentar el fuego de la chimenea en Nochebuena. Al día siguiente, las cenizas del tronco se esparcían frente a la puerta como una forma de protección para el hogar.
Con el tiempo, esta tradición evolucionó, dando lugar a la creación de muñecos de paja vestidos con ropas viejas que se paseaban por el pueblo recogiendo donaciones y, finalmente, eran quemados al anochecer.
La representación actual del Olentzero como un personaje de carne y hueso surgió en los años 70, cuando las ikastolas (escuelas vascas) comenzaron a personificar al muñeco de paja en festivales y desfiles navideños, consolidando así su papel como uno de los símbolos más queridos de la Navidad vasca.
Otra cosa puede faltar en Euskadi (poco la verdad) pero tradiciones, historia, música, ambiente familiar y ganas de celebrar no nos faltan. En Guuk vivimos estas fiestas y tradiciones al máximo, como la velocidad de nuestro internet. Gora Euskadi y sus tradiciones. 💚