Euskal Hiria
Zer ikusi Amaiurren, Baztango haraneko herririk ederrenean
4 minHerri txiki hau Baztango haran handiko eraikuntza klasikoen erakusgarri paregabea da, Nafarroa bisitatzean baztertu ezinekoa.
Para un buen comer, ver pueblos bonitos y disfrutar de la naturaleza tienes Euskadi para rato, pero ojo, porque la vecina Navarra también cuenta con lugares espectaculares para ello. Un ejemplo es el Valle de Baztan y su pueblo más bonito: Amaiur.
Amaiur, o Maya en castellano, es como el txakoli de los pueblos baztaneses, fresco y lleno de sabor. Este rinconcito, arropado por bosques que parecen sacados de un cuento, guarda una colección de caseríos que son auténticas joyas. Piedra, madera y la tonalidad verde por doquier.
Amaiur es como un pintxo de patrimonio: palacetes, molinos y casas de piedra que se codean con la naturaleza en un baile armonioso. Aquí, la esencia se mezcla con la historia, la cultura y una pizca de gastronomía que deja huella. Este pueblo, en apariencia pequeño, es gigante cuando hablamos de legado cultural e histórico.
Situado a unos 281 metros sobre el nivel del mar, con alrededor de 300 almas que llaman hogar a este rincón, y a menos de 60 kilómetros de Pamplona - Iruña, Amaiur se establece como un destino codiciado por trotamundos.
Ubicado en los Pirineos navarros, este pueblo destaca por su rica historia y su deslumbrante belleza. Su núcleo urbano, diminuto y alineado a lo largo de una única calle (parte del Camino de Santiago), puede explorarse junto a los demás encantos de la localidad en aproximadamente medio día (sin contar la comilona claro).
Aunque la historia de Amaiur no se ciñe solo a 1522, consideramos relevante destacar los acontecimientos de esa época. Gracias a las pesquisas de la Asociación Aranzadi, hoy en día disponemos de más información sobre lo que sucedió en Amaiur hace más de 500 años.
Según los hallazgos de esta asociación, en aquel entonces, se llevó a cabo en Amaiur una gesta épica: 200 valientes defendieron el último bastión de resistencia del Reino de Navarra ante un imponente ejército de 10.000 efectivos.
Estudios que, además de confirmar datos previos, han revelado nuevas perspectivas. Así es como se logró descubrir una espada del siglo XVI, con más de un metro de longitud, un tesoro que estaba bajo los escombros de una de las galerías del castillo.
Este objeto, junto a las numerosas balas de cañón halladas, constituye un legado de gran relevancia para nuestra historia. Un testimonio tangible de la valentía y la lucha que tuvo lugar en aquel tiempo en las tierras de Amaiur.
Naiara Arrizabalaga de Ondarrua, Bizkaia, fue la voluntaria afortunada que descubrió la misteriosa espada en el último rincón del Reino de Navarra, resaltando la increíble experiencia que supuso para ella.
Amaiur nos ofrece una de las numerosas estampas que podemos inmortalizar en el Valle de Baztan. Una visión mágica. Un rincón digno de los dioses. Un lugar que ha conquistado nuestro corazón y al que, sin lugar a dudas, volveremos.
Amaiur es uno de los característicos pueblos del Pirineo navarro, deslumbrando al visitante con su pintoresco núcleo urbano impregnado de sencillez y autenticidad. La iglesia, el molino y el arco que da acceso al casco histórico dan la bienvenida a quienes llegan a esta encantadora localidad. Sin embargo, la verdadera sorpresa se revela al pasear por la calle principal.
En esta vía, las casas despliegan una diversidad arquitectónica que maravilla. Hay balcones imponentes, puertas de madera, piedras y escudos en sus fachadas. Amaiur se erige como uno de los pueblos más hermosos del Valle de Baztan.
Muchas de estas viviendas incorporan piedras del propio castillo local y de las canteras de Almandoz, otorgándoles un tono y tipo de piedra prácticamente uniforme.
Amaiur exhibe ejemplos destacados de la arquitectura palaciega que caracteriza el valle, impresionando tanto a expertos como a visitantes. Se sugiere dedicar tiempo a admirar los detalles de las casas palacio de Arretxea (siglo XVI) o Arriada, que fue testigo de reuniones importantes en el siglo XVI.
Para disfrutar plenamente de Amaiur, se recomienda explorar sus calles a pie, prescindiendo del coche hasta llegar al castillo. En la parte baja del municipio, cerca de la iglesia, hay varios aparcamientos disponibles.
Es importante destacar que la iglesia de la Asunción, con raíces medievales y múltiples reconstrucciones en los siglos XVI y XVIII, complementa a la perfección la visita a esta hermosa villa navarra.
El molino de Amaiur, conocido como Amaiurko errota en euskera, es una joya del siglo XVIII ubicada al comienzo del pueblo, a la izquierda al entrar y frente a la iglesia, justo antes del famoso arco de entrada. Rehabilitado, se ha convertido en uno de los mayores atractivos de Amaiur.
El molino no solo sirve como espacio expositivo y gastronómico clave en Baztan Bidasoa, sino también como uno de los pocos molinos en funcionamiento en Euskal Herria. Los dueños ofrecen dos modalidades para explorar este lugar: visitas guiadas y talleres de talos, unas deliciosas tortas de harina de maíz.
Además de aprender sobre el funcionamiento del molino, las experiencias incluyen la degustación de talos. Este molino, con similitudes al molino de Errotabarri, representa la tradición de moler maíz autóctono.
El Castillo de Amaiur no solo nos cautiva con su pasado, sino también con las impresionantes vistas que ofrece desde su cima. Aunque hemos hablado del castillo de Amaiur – Maya.
El asedio y la artillería beamontesa condujeron a la completa destrucción del castillo en 1522. Actualmente, parte de la fortaleza medieval y las murallas del siglo XVII se han recuperado gracias al apoyo del Ayuntamiento de Baztan y la comunidad de Amaiur.
La visita al castillo es autoguiada y gratuita, pero tranqui, hay paneles informativos estratégicamente ubicados alrededor del monolito para entender mejor la historia del lugar.
Aunque hay muchas opciones para saborear en este encantador pueblo navarro, queremos sugerir una opción particularmente atractiva y tradicional: el talo.
Aunque es posible que hayas probado talos durante alguna de las azokas que tienen lugar en todo Euskadi, los talos del molino de Amaiur son una experiencia única. Estamos seguros de que no has probado talos como estos en ninguna otra ocasión.
La distinción al degustar un talo en el molino de Amaiur radica no solo en el uso de harina recién molida, sino también en su método de preparación.
A diferencia de la forma tradicional en la que el talo actúa como envoltorio para los ingredientes elegidos, similar a un bocadillo, en este caso, el talo se abre por la mitad, se rellena con los ingredientes y se convierte en un delicioso manjar. Este plato se parece más a una pizza que a un bocadillo.
Puede que sea pequeño, pero Amaiur tiene tanto encanto como gigas en las tarifas de Guuk. Coge la mochila, pilla a tu kuadrilla y reserva el próximo fin de semana para disfrutar del talo, el castillo y una experiencia fantástica.