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Rutas en catamarán desde Donostia - San Sebastián
4 minHay diferentes rutas que te llevarán a los rincones más especiales del mar que baña la ciudad de más allá de la Playa de la Concha.
La Semana Santa es una época de pasión, sentimiento, unión y tradición y eso en Gipuzkoa lo sabemos muy bien. Año tras año, durante esta semana, diferentes puntos de la provincia realizan las tradicionales procesiones, sacan los pasos y cantan a coro.
Pero ojo, no todo se concentra en la capital, sino que hay diferentes rincones de Gipuzkoa en los que la Semana Santa se vive de una forma única y merece mucho la pena pasarse a ver, aunque sea el ambiente de solemnidad y los pasos tan bonitos de sus procesiones.
La Semana Santa en la provincia de Gipuzkoa es un momento especial que combina la riqueza cultural, la religiosidad y la belleza de sus tradiciones. Aunque estas celebraciones han evolucionado con el tiempo, aún se mantienen arraigadas en muchos pueblos de nuestros pueblos.
La Semana Santa en Segura, un hermoso municipio de Gipuzkoa, es una celebración que combina tradición, religiosidad y devoción. La procesión de Semana Santa en Segura se mantiene desde hace siglos, recorriendo las calles del pueblo durante el Jueves y Viernes Santo.
En esta emotiva procesión participan 305 vecinos, desempeñando roles como costaleros, nazarenos, soldados romanos, penitentes y monaguillos. Destacan nueve imágenes de talla natural, incluyendo el Cristo Crucificado, obra del escultor sevillano Juan Martínez Montañés.
Durante la misa de Jueves Santo, se escenifica el apresamiento del cáliz que representa a Jesús. Este cáliz se traslada bajo palio desde el altar a un sagrario dentro de la Soledad, donde queda encerrado.
El párroco coloca la llave de oro del sagrario en el cuello del alcalde, y los habitantes del pueblo hacen guardia por turnos hasta el Viernes Santo, cuando se libera el cáliz del sagrario.
La procesión cuenta con 10 pasos, representando pasajes de la vida de Jesús, como la Oración del huerto, la Flagelación, la Cruz, la Virgen María (el jueves), el Sepulcro (el viernes) y la Dolorosa (el viernes).
Además de los pasos, hay nazarenos, penitentes, soldados romanos, ángeles con San Miguel, txistularis, coro y banda de música.
En Hondarribia, la Semana Santa tiene raíces documentadas desde el siglo XVI. Uno de los momentos más destacados es el auto sacramental del descendimiento. Diecinueve soldados marchan desde los soportales del Ayuntamiento hasta la iglesia, ataviados con cascos, faldillas de malla, cinturones y polainas.
Dos jefes marcan el paso con sus espadas, mientras los demás responden golpeando las lanzas contra el suelo. En el interior de la iglesia, la imagen articulada del Cristo desciende de la cruz. Esta hermosa talla, obsequiada a la villa en 1777, es un símbolo de la fe y la devoción en Hondarribia.
El Viernes Santo, a las 5 de la tarde, Hondarribia se sumerge en un ambiente solemne. Diecinueve soldados marchan desde los soportales del Ayuntamiento hasta la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y del Manzano.
Ataviados con cascos, faldillas de malla, cinturones y polainas, estos soldados representan el auto sacramental del Descendimiento. En el interior de la iglesia, una imagen articulada del Cristo desciende de la cruz.
La atmósfera es de profundo silencio y respeto, y la tradición se ha mantenido desde al menos el año 1602.
Las principales procesiones y actos que llaman la atención y te recomendamos que veas en Hondarribia es la procesión de los Siete Pasos. También el Viernes Santo, hacia las 6 de la tarde, las calles del casco histórico de Hondarribia se llenan de devoción durante la Procesión del Silencio.
Siete pasos, con imágenes datadas entre los siglos XIV y XVII, son portados por 42 personas que heredan este honor de padres a hijos. Los 12 apóstoles, representados por arrantzales (pescadores) y baserritarras (labradores), también forman parte de esta procesión.
Además, el Domingo de Pascua, Hondarribia celebra la ttopara, una romería campestre junto a Guadalupe. Esta tradición es una oportunidad para compartir momentos de alegría y comunidad después de la solemnidad de la Semana Santa.
La Semana Santa en Hondarribia es una experiencia única, donde el respeto, el silencio y la tradición religiosa se entrelazan en un escenario pintoresco y lleno de significado.
En Azkoitia, el Viernes Santo se ilumina con un solemne desfile. Los balcones de las viviendas se adornan con velas, mientras el aroma a incienso y las notas de la marcha fúnebre de Chopin llenan las calles. Es un momento de reflexión y solemnidad.
La procesión de Semana Santa en Azkoitia se mantiene desde hace siglos, recorriendo las calles del pueblo durante el Jueves y Viernes Santo. Ya desde el siglo XVI se representaba el descendimiento de la cruz el Viernes Santo, y a partir de este sencillo gesto se forjó la tradición de las procesiones.
Estas procesiones tienen especial importancia a partir del siglo XVIII, gracias a la tradición barroca. Entre los actos que se celebran en nuestros días destacan los del Miércoles y el Viernes Santo.
El miércoles se recogen en la parroquia las tallas y esculturas procedentes de las iglesias y capillas de Azkoitia. El viernes, estas imágenes se pasean por la tarde, acompañadas por angelitos, arcángeles y pequeños penitentes.
Al anochecer, se escenifica la procesión del Santo Entierro. El Sepulcro de Cristo y la Dolorosa, junto con el olor a incienso, las notas de la marcha fúnebre de Chopin y los sobrecogedores golpes de los “armatus”, crean un espectáculo digno de ser vivido y admirado.
Durante la Semana Santa, en Pasaia destaca la celebración del Viernes Santo. Este tiene una celebración muy original con un conjunto de actos que unen a partes iguales la música, tradición y los pasos de imaginería.
Durante esta tarde de viernes se celebra en la parroquia de Pasajes San Juan la liturgia de Pasión y Muerte del Señor. Después de esta, los fieles salen a la calle con la Procesión del Santo Entierro, la cual sale de la iglesia y cruza la localidad hasta llegar a la Plaza de Santiago y dar media vuelta.
La procesión (compuesta por siete pasos) cruza una calle estrecha y sinuosa que da un aura especial. Además, durante la procesión de fieles, cientos de farolillos de aceite iluminan el paso a seguir a través de los túneles de la calle Donibane.
En Donostia (San Sebastián), el Viacrucis hacia el monte Urgull es una experiencia única. Aunque las procesiones de Semana Santa han disminuido en la ciudad, este recorrido silencioso, acompañado solo por el sonido de las plegarias y las olas del mar, sigue siendo un testimonio de la devoción.
Así es la Semana Santa en Gipuzkoa: una combinación de historia, fe y tradiciones que se vive con seriedad y respeto. Desde Guuk te invitamos a que conozcas todo lo que Euskadi te puede ofrecer en cualquiera de las temporadas.