Euskal Hiria
Qué ver y hacer en Gorbea: los rincones que no te puedes perder
5 minDentro de esta gran paraíso verde de Euskadi te puedes encontrar joyas como la Cruz de Gorbea o el hayedo y cascada de Belaustegi.
Cuando el otoño llega a Euskadi, los paisajes de esta tierra parecen transformarse en un lienzo vivo donde la naturaleza despliega todos los tonos de dorado, ocre y rojo en sus bosques. Desde luego que es de los mejores paisajes que ver en esta estación y no puedes perderte la experiencia de vivirlo con la mejor compañía. .
Y es que, los bosques de Euskadi se vuelven un destino ideal para quienes buscan desconectar y sumergirse en un ambiente de paz y color. La combinación de montañas, ríos, y una vegetación exuberante que recubre nuestros valles y colinas, hacen de esta época una de las mejores para explorar y redescubrir los tesoros naturales.
Una buena tarde de senderismo, paseo por el bosque y disfrutar de las hojas del otoño cayendo y formando un paisaje marrón es un plan al que no se puede decir que no. Por eso mismo aquí exploraremos tanto los destinos clásicos como esos lugares menos conocidos y que son un refugio para nosotros los vascos.
Te invitamos a descubrir el gran esplendor de nuestros paisajes naturales durante el otoño a la vez que disfrutas de un plan en familia o con la kuadrilla y reconectas con lo que de verdad importa.
El Parque Natural de Gorbeia es probablemente uno de los lugares más emblemáticos para disfrutar del otoño en Euskadi. Con sus extensas hectáreas de bosque y senderos que parecen sacados de una postal, aquí puedes ver cómo la naturaleza se viste de gala con el paso del otoño.
Desde el robledal de Altube hasta las hayas que decoran los montes, la diversidad del Gorbeia hace que siempre haya algo por descubrir.
Los caminos están muy bien señalizados, y puedes elegir rutas de diferente dificultad, aunque lo más recomendado para disfrutar del colorido de otoño es la senda que lleva hasta Pagomakurre y las campas de Arraba.
Si tienes suerte, en estos paseos podrás toparte con ciervos y jabalíes, pues en otoño estos animales se encuentran muy activos. Además, no hay nada como ver el Gorbeia desde lo alto, donde puedes ver cómo el bosque se convierte en una alfombra de colores otoñales que quitan el aliento.
Uno de los más conocidos y fotografiados, el bosque de Otzarreta, en el Parque Natural de Gorbeia (lado bizkaino), es un rincón casi mágico.
Sus árboles, con ramas que se alargan como dedos al cielo, parecen salidos de un cuento, y en otoño el paisaje se torna surrealista, con niebla que da un toque de misterio y colores intensos que hacen que las hayas centenarias luzcan en su máximo esplendor.
Aquí, el río Zubizabala atraviesa el bosque creando pequeños remansos de agua, y el contraste entre el verde del musgo, los tonos rojizos de las hojas y el gris de los troncos es perfecto para una escapada otoñal.
Además, este bosque es de fácil acceso y suele tener bastante afluencia, por lo que te recomendamos madrugar o ir entre semana para disfrutarlo en calma. Pero ten en cuenta que es un lugar muy húmedo, así que lleva ropa y calzado adecuados.
Urkiola es otro de los parques naturales que no se puede pasar por alto en otoño. Situado entre Bizkaia y Álava, el parque es hogar de varias especies de hayas, robles y pinos que en esta época del año se cubren de una capa dorada.
Además, el Parque Natural de Urkiola es conocido por su carácter místico, y dicen que es uno de los lugares con más historia y leyendas de la región.
Un paseo por el bosque te lleva hasta el Santuario de Urkiola, que atrae a numerosos peregrinos, y desde aquí, puedes subir al mirador de las Tres Cruces para contemplar una vista panorámica espectacular de los valles cubiertos de árboles otoñales.
La ruta que va desde el área recreativa de Asuntze hacia el bosque de hayas es perfecta para familias, con senderos que permiten contemplar la riqueza natural sin esfuerzo. Asegúrate de hacer una parada en el mirador de Erreixola: la vista en otoño es de esas que se quedan grabadas para siempre.
Si buscas un lugar más tranquilo y menos conocido, el Bosque de Aztiria, en el municipio de Zerain, es una joya oculta en Gipuzkoa. Este bosque es ideal para los amantes de la naturaleza que prefieren evitar las multitudes, y en otoño sus robles y hayas adquieren un tono cálido y acogedor.
Zerain es un pueblo con encanto y tradición, y su bosque es perfecto para una jornada de senderismo pausado y relajante. Puedes recorrer el camino desde Aztiria hasta la cima del monte Aizkorri, pasando por antiguos caseríos, mientras el olor de las hojas secas y el musgo fresco te envuelve.
La zona también tiene rutas señalizadas que pasan por diferentes miradores naturales y te permiten disfrutar de vistas impresionantes de los montes de Gipuzkoa.
En la frontera entre Nafarroa y Gipuzkoa, el Bosque de Leurtza es una de esas maravillas naturales que merece la pena visitar en otoño. Leurtza es conocido por sus embalses rodeados de bosques de haya que en otoño se vuelven de un color rojo y dorado espectacular.
Este bosque es un sitio perfecto para disfrutar en familia, ya que cuenta con rutas fáciles y áreas recreativas.
Uno de los puntos fuertes de Leurtza es la tranquilidad que ofrece: al ser una zona menos transitada, puedes pasear en paz, respirando el aire fresco y admirando cómo los reflejos de las hayas en el agua crean un paisaje de postal.
La Ruta de los Embalses es una opción ideal para descubrir el encanto de Leurtza y ver cómo el bosque y el agua se combinan para crear un espectáculo natural que cambia con la luz y el viento.
El Parque Natural de Aralar es un verdadero paraíso natural para los que quieren perderse en la inmensidad del paisaje vasco.
En otoño, sus hayas y robledales crean un mar de tonos cálidos que se extiende a lo largo de todo el parque. Los senderos del Aralar ofrecen vistas impresionantes y te llevan por antiguos caminos, dólmenes y rincones llenos de historia.
En Aralar puedes encontrar rutas para todos los niveles de dificultad, desde paseos suaves hasta caminatas más largas que te llevan al Santuario de San Miguel, uno de los puntos más icónicos del parque.
La Ruta de Lareo es una opción ideal para los que buscan un camino bien señalizado que pasa por el embalse de Lareo, un lugar de paz y silencio donde el otoño se vive en todo su esplendor. Este es un lugar donde el tiempo parece detenerse y donde cada paso se convierte en una experiencia de conexión con la tierra.
Si buscas un rincón especial en Euskadi, un lugar menos conocido por los turistas, pero muy valorado por los vascos, el Bosque de Artikutza es sin duda una elección perfecta.
Situado en las montañas al suroeste de Donostia, este bosque forma parte de una antigua finca privada que, en la actualidad, es propiedad del Ayuntamiento de Donostia y se mantiene como un espacio natural protegido y cuidadosamente preservado.
Al estar más apartado y contar con limitaciones en el acceso, Artikutza es un paraíso de tranquilidad, belleza y biodiversidad.
Seguro que ahora tienes muchas ganas de salir con tu mochila a recorrerte de todos estos bosques teñidos del color ocre y dorado del otoño, pero espera, primero echa un ojo a estos consejos y así tendrás una experiencia perfecta.
En Euskadi, el otoño es más que una estación; es una experiencia, una transformación de la naturaleza que nos invita a reconectar con nuestro entorno y a valorar la belleza de lo simple. Así que coge tu mochila, calzado adecuado y prepárate para descubrir uno de los espectáculos naturales más impresionantes de nuestra tierra.
Estos bosques no solo son los mejores para visitar en esta temporada, sino que son una muestra del encanto y la magia que tiene Euskadi para ofrecernos durante todo el año.
La mejor forma de disfrutar de estos preciosos bosques en otoño es con una buena conexión que te permita moverte sin problemas y compartir con los que más quieres todos los buenos recuerdos. Para eso mismo están las tarifas de Guuk, escoge la que más te guste y (re)conecta con lo que más te importa.