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Nuestros montañeros vascos con ochomiles no son más que el reflejo del vínculo que mantiene Euskadi con las montañas desde hace más de un siglo. Fue entonces cuando se disparó la popularidad de este deporte y nombres como el de Antxon Bandrés Azkue o Andrés Espinosa saltaron a la esfera internacional.
Por eso nos resulta imposible hablar de ninguna cima sin pensar en la valentía y el esfuerzo de tantos y tantos vascos que han trabajado por batir récords y llegar hasta donde ninguna otra persona había llegado antes. ¿Sabes a quiénes nos estamos refiriendo?
El Gorbea, el Aitzgorri, el Anboto y el resto de cimas de Euskadi han sido la escuela de nuestras estrellas más grandes. En este artículo repasamos los montañeros vascos con ochomiles y ponemos el foco sobre otros nombres igual de importantes.
Hoy Euskadi tiene el honor de contar con tres montañeros vascos con todos los ochomiles. Se denomina "ochomil" a una montaña independiente con una altura sobre el nivel del mar superior a los 8000 metros. En la Tierra existen 14 cimas con estas características.
Todas ellas se ubican, o bien en la cordillera del Himalaya, o bien en la del Karakórum, las dos en el continente asiático. A nivel técnico, en el gremio se considera una categoría superior y una inferior dentro del grupo de los ochomiles, según la altitud de las elevaciones.
|
POSICIÓN DE OCHOMIL |
CIMA |
Altura |
|
1 |
Everest |
8848 m |
|
2 |
K2 |
8611 m |
|
3 |
Kanchenjunga |
8586 m |
|
4 |
Lhotse |
8516 m |
|
5 |
Makalu |
8463 m |
|
6 |
Cho Oyu |
8201 m |
|
7 |
Dhaulagiri |
8167 m |
|
8 |
Manaslu |
8163 m |
|
9 |
Nanga Parbat |
8125 m |
|
10 |
Annapurna |
8091 m |
|
11 |
Gasherbrum I |
8068 m |
|
12 |
Broad Peak |
8047 m |
|
13 |
Gasherbrum II |
8035 m |
|
14 |
Shisha Pangma |
8027 m |
Los primeros montañeros que consiguieron alcanzar la cima de un ochomil fueron Maurice Herzog y Louis Lachenal. Batieron el Annapurna en junio de 1950. En octubre de 1983 el italiano Reinhold Messner se convirtió en el primer hombre en escalar los 14 ochomiles.
¿Y qué pasa con los montañeros vascos? También hay que hacer una distinción entre quienes sumaron al menos un ochomil y quienes consiguieron tachar todas las cimas. En este último grupo más selecto actualmente solo hay tres nombres vascos.
En este grupo solo incluimos a los tres vascos que tienen 14 ochomiles. Recordemos que en el último siglo solo han logrado esta hazaña 44 alpinistas en todo el mundo. Por eso el mérito de Edurne Pasaban, Juanito Oiarzabal y Alberto Iñurrategi es todavía mayor.
El montañero vasco (y no vasco) con más ochomiles de la historia. Juanito Oiarzabal es una de las figuras vascas del deporte internacional más importante de las últimas décadas. ¡Y es gasteiztarra! Aunque tiene una carrera increíble en diferentes ámbitos, su fama se la debe sin duda al alpinismo. Ahí acumula nada menos que 26 ochomiles (récord mundial), habiendo sido la sexta persona en formar parte de la liga de los ochomillistas con 14 cimas y la tercera sin oxígeno artificial. ¿Qué más podemos decir? Cuenta con numerosos reconocimientos deportivos e institucionales, tiene un largo historial en El Conquis y sus libros sobre alpinismo se venden como churros.
Su nombre no aparece tanto en los medios como el de Pasaban u Oiarzabal, pero eso no desmerece su carrera. De hecho, Alberto Iñurrategi es uno de los alpinistas más reconocidos a nivel internacional. Además de ser uno de los tres montañeros vascos con los 14 ochomiles, el de Aretxabaleta fue el cuarto alpinista que lo consiguió en todo el mundo. En los 90 se hizo muy famoso por alcanzar hasta 12 cimas junto a su hermano Félix, quien falleció en un descenso en el 2000, y por acostumbrar a escalar sin oxígeno adicional ni muchas ayudas.
No solo está entre los tres montañeros vascos con 14 ochomiles (la vigésima persona en lograrlo). Es que Edurne Pasaban, nativa de Tolosa, es la primera mujer de la historia en cantar "tontorra!" en las cimas más altas del planeta. La hazaña la consiguió en 2010, tras pasar casi una década trabajando para batir cada uno de los retos que forman parte de la lista. Y por si todo esto fuera poco, Pasaban además es ingeniera técnica industrial, fue nominada al Premio Príncipe de Asturias y tiene un largo recorrido como conferenciante.
Es injusto hablar de los alpinistas vascos con ochomiles y no mencionar a quienes consiguieron batir alguna de sus cimas sin completar las 14 de la lista. Pensemos que Pasaban, Oiarzabal e Iñugaterri consiguieron sus récords acompañados por otros montañeros.
Y más allá de eso, antes que incluso Juanito, otros nativos de Euskadi marcaron el camino para la fama del montañismo vasco en años posteriores. ¿Conoces a alguno de ellos? En Guuk te echamos un cable.
Martín Zabaleta fue el primer vasco en ascender un ochomil de toda la historia; el Everest, para ser más concretos. El de Hernani consiguió la hazaña en 1980, cuando participaba en la Euskal Espedizioa financiada por CEGASA. Aunque junto a él iban otros tantos alpinistas vascos, solo este fue quien llegó hasta el final. Años más tarde sumaría otros dos ochomiles más (Kangchenjunga y Cho Oyu). Cuenta con numerosos reconocimientos y hoy trabaja guía de montaña en Estados Unidos. Su leyenda le precede.
Su nombre no ha pasado a las listas de récords porque nunca llegó a alcanzar las 14 cimas, pero eso no significa que el bilbaíno Juanjo San Sebastián no fuera tan determinante como Zalabeta para el alpinismo vasco de las últimas cuatro décadas. De hecho, es imposible hablar de los primeros montañeros vascos de los 80 y los 90 sin mencionarlo. Al margen de esto, San Sebastián también ha realizado en los últimos años expediciones por África, Canadá, Estados Unidos, Brasil o Argentina, entre otras.
Hay quienes triunfan en vida y quienes lo hacen cuando ya no están. Este último caso fue el de Xabier Ormanzabal Aristegi, quien ostentó el título de "leopardo de las nieves" entre los montañeros rusos por haber escalado las cinco cimas más altas de la antigua URRS, y conquistó tanto el Sisha Pangma como el Cho-Oyu. En el descenso de este último ochomil, el urretxuano que apenas tenía 23 años en ese momento, sufrió un accidente y falleció. Su leyenda todavía resuena en toda Gipuzkoa y en su pueblo, donde varias competiciones y eventos llevan su nombre.
No se puede hablar de Alberto sin mencionar a su hermano. Félix Iñurrategi acompañó a Alberto en 12 de sus 14 ochomiles, pero no pudo igualar la hazaña de Alberto porque en el año 2000, cuando ambos descendían el Gasherbrum II, sufrió un accidente en el que falleció. Tenía 33 años y llevaba casi una década haciendo historia. Con tan solo 24 años consiguió conquistar el Makalu entrando en la leyenda del montañismo vasco.
Cuenta en su haber con el Cho-Oyu y el Gasherbrum I. Jon Beloki, nativo de Zarautz, es otro de los muchos alpinistas vascos que tantas alegrías le dio al País Vasco a principios de los años 2000. Ascendió al complicado Gasherbrum I (8.047 metros) situado en Pakistán junto a Alberto Iñugaterri en 2001. Cuenta además con un currículo de más de 20 documentales.
Aquí tenemos a otra de las grandes leyendas entre los montañeros vascos con ochomiles. Alberto Zerain fue el primer arabés en conquistar un ochomil; ni más ni menos que el propio Everest en 1992. Pero el gasteiztarra no se detuvo ahí. Durante los años siguientes sumó otros ocho ochomiles y lo hizo sin ayuda del oxígeno artificial. En 2008 sobrevivió al desastre del K-2 en el que murieron más de 40 alpinistas de diferentes nacionalidades, pero en 2017 no tuvo tanta suerte. Desapareció ascendiendo al Nanga Parbat junto al argentino Mariano Galván, y nunca se llegó a encontrar su cuerpo.
Alex Txikon es otro de los grandes de la historia del alpinismo vasco. El bizkaino de Lemona cuenta en su palmarés con el ascenso a 11 de los 14 ochomiles, y con el récord de haber coronado dos de ellos por primera vez en la historia durante el invierno y sin oxígeno artificial. Se estrenó en el Broad Peak y en 2016 consiguió batir el asesino Nanga Parbat. Txikon es además aizkolari y saltador BASE. En 2013 consiguió el récord de España en esa modalidad.
Hay otros muchos alpinistas vascos que han dedicado su vida a los ochomiles; algunos conquistándolos y otros participando en las expediciones que se organizan por sus laderas. En cualquier caso, no hay ninguna duda de que Euskadi se lleva el oro internacional del montañismo.
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