Euskal Hiria
Escenarios de Juego de Tronos grabados en Euskadi
5 minEuskadi ha llamado la atención de la productora de televisión con sus paisajes salvajes, montañas rocosas y playas increíbles.
Euskal Herria brilla con luz propia, eso es un hecho, pero de vez en cuando, sobre todo en la noche, los barcos que navegan cerca de nuestra costa necesitan una pequeña ayuda, y ahí están los faros. Estos son uno de los mayores atractivos no solo porque iluminan el camino, sino por todo lo que hay a su alrededor y no te puedes perder.
La costa vasca cuenta con nada más y nada menos que 250 kilómetros de longitud, guardado por estos grandes faros que están situados estratégicamente en lugares con unas vistas increíbles del mar.
Los itsasargi son construcciones que hablan de nuestra historia, de nuestro patrimonio, del estilo de vida de la costa de Euskadi y con los que las noches son un poco más brillantes. No todos los que existen están activos, pero el paisaje que se ve desde ellos sigue siendo maravilloso.
Para una escapada de aventura con un plan diferente, aquí hemos seleccionado los mejores faros de la costa vasca para que puedas hacerte una rutita y disfrutar de la conexión directa con el mar.
Uno de los faros más famosos de la costa vasca que está situado entre Getxo y Sopela. Este no es el original, data de 1950 pero los anteriores los reemplazaron porque acababan sufriendo desprendimientos.
Está justo al lado del paseo marítimo que cuenta con vistas al Puerto de Bilbao, por lo que es el lugar ideal para ver los barcos zarpar y los que llegan a la ciudad. Además, está cerca de las rutas por el Flysch de Bizkaia, uno de los atractivos geológicos más importantes.
El Faro de Gorliz destaca por su modernidad, gracias a su singular diseño que rompe con lo tradicional. Inaugurado en 1990, este faro de vanguardia se eleva 21 metros sobre un impresionante acantilado, pintado de un inmaculado blanco.
Para llegar hasta él hay un camino que lo rodea y desde el que tienes no solo vistas impresionantes sino también la oportunidad de descubrir reliquias históricas como cañones y pequeñas construcciones, herencias del conocido Cinturón de Hierro.
En el Cabo Matxitxako hay dos faros: uno en funcionamiento y el otro convertido en un centro de interpretación para la observación de aves marinas y mamíferos marinos. Aunque este último ya no guía a los barcos, sí que guía a los visitantes a través de su historia con sus paneles informativos.
El faro y centro de interpretación están en Bermeo, estos faros se asientan en un entorno de ensueño, desde donde se puede contemplar la isla de San Juan de Gaztelugatxe en la distancia.
El trayecto hacia los faros y las panorámicas que se despliegan desde el cabo son simplemente espectaculares, ideales para relajarse al final del día y observar la puesta de sol que se oculta tras el encantador islote.
El Faro de Santa Catalina se distingue por ser el único en Euskadi abierto al público, funcionando también como un Centro de Interpretación Marítima que ilustra los principios esenciales de la navegación.
Situado en Lekeitio, sobre un acantilado que corta la respiración, ofrece el escenario ideal para contemplar el ocaso. Se puede acceder a pie o en coche y cuenta con un bar terraza que brinda panorámicas espectaculares. Eso sí, es tan increíble que es recomendable reservar antes de la visita.
Por otro lado, el Faro de San Antón en Getaria se asienta sobre el icónico monte Ratón de Getaria, cuya forma distintiva ha sido causa de confusión y naufragios al ser confundido con las montañas del horizonte.
Aunque no puedes llegar hasta él en vehículo, el monte es un lugar perfecto para el ocio y una ruta, ofreciendo vistas maravillosas del mar y la costa.
Por su parte, en la bahía de La Concha en Donostia, se encuentra el Faro de la isla Santa Clara. Este faro domina la isla, accesible mediante excursiones marítimas.
La artista Cristina Iglesias ha reimaginado la Casa del Faro con su obra “Hondalea”, creando un ambiente escultórico único, inmerso entre rocas, olas y senderos.
El Faro de Igeldo, construido en 1855, se alza con una torre de 14 metros y una luz que alcanza las 26 millas marinas. Puedes subir a su cima por una hermosa escalera de caracol de piedra. Este faro se ubica en las faldas del monte Igeldo, un lugar emblemático de la capital guipuzcoana.
Conocido también como la Farola, se sitúa a 135 metros sobre el nivel del mar, un poco más bajo que su predecesor, que solía quedar oculto entre la niebla y las nubes.
El Faro de la Plata se encuentra en el encantador pueblo de Pasaia y es el punto central de una ruta circular que conecta el Monte Ulia con este municipio costero, ideal para disfrutar de la naturaleza que nos rodea.
El acantilado donde se asienta es conocido como “la punta de la Plata”, debido al resplandor plateado que toman las rocas al ser golpeadas por las olas, lo que también inspiró el nombre del faro.
El Faro del Cabo Higuer, situado en Hondarribia, marca el final de Euskadi, lindando con la Cote Basque. Pegado al Monte Jaizkibel, este faro de estilo neoclásico fue construido en 1878, reemplazando al anterior, destruido por las tropas carlistas. Si quieres subir hasta arriba puedes hacerlo tranquilamente en coche.
Por último, pero no menos impresionante, el Faro de Zumaia fue levantado en 1870 porque la zona en la que está, al ser cercana a la desembocadura del río Urola, es algo peligrosa. Ofrece una vista panorámica del puerto, la playa de Santiago y los acantilados circundantes. Llama la atención sobre todo el intenso color azul de sus aleros y su cúpula.
Los faros de Euskadi, centinelas de luz y guías infalibles para los arrantzales, son también símbolos de la profunda conexión que sentimos con el mar. Así como estos faros iluminan las costas y guían a los navegantes, Guuk ilumina nuestros hogares y nos conecta con el mundo a través de su fibra y tarifas de móvil.