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Pastor por un día en Abadiño: actividades y precio
5 minPodrás conectar con la naturaleza en estado puro mientras ordeñas ovejas, hacer cuajadas y talos disfrutando de la auténtica vida rural vasca.
Se creó en el momento adecuado y en el lugar indicado. ¿Qué ver y hacer en Bergara? Pues muchas, muchísimas cosas. Este pueblo algo olvidado de las guías turísticas de Gipuzkoa ofrece un gran legado histórico, un entorno natural inmejorable y todo tipo de opciones de ocio.
Por es hoy es una alternativa muy interesante si lo que buscas es un poco de tranquilidad y todavía no conoces esta zona de Euskadi. ¿Y lo mejor de todo? Que puedes reservarte medio, uno o varios días porque la disfrutarás igual de la más monumental en el Alto Deba. ¡Acompáñanos en Guuk a visitar Bergara!
¿Por dónde empezar? El tipo de visita a Bergara va a depender si te gusta más la historia, la naturaleza o las tradiciones culturales y gastronómicas. Hablamos de un casco histórico considerado como Conjunto monumental desde 2003 por su valor arquitectónico.
Paseando por sus calles encontrarás cientos de rincones para hacer muy buenas fotos con tu móvil. Ah, y si te cansas y prefieres salir a la naturaleza, pues te encontrarás los paisajes y las rutas de los parques naturales de Urkiola, Aizkorri-Aratz y Aralar.
Aquí se descubrió el Wolframio a finales del siglo XVIII, se descubrió cómo trabajar el platino, se instauró el primer jardín botánico de Gipuzkoa y se reunió la primera colección científica de minerales, entre otras muchas cosas. El Real Seminario de Bergara es una de las instituciones más importantes de los últimos siglos en Euskadi.
Se creó en 1776 en el palacio barroco que hasta ese momento había ocupado el colegio de la Compañía de Jesús, y fue el sueño cumplido de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País. El compromiso cultural y científico de la villa se traducía en un centro de investigación e innovación como nunca antes se había visto.
No es raro leer que ahí mismo se instaló el primer laboratorio de química moderno, el primer observatorio meteorológico y la primera Escuela Industrial de ingenieros. Sus hitos son infinitos.
Y muy relacionado con el Real Seminario de Bergara tenemos el Museo Laboratorium, uno de los más importantes de todo Euskadi. Ubicado en el palacio Errekalde del siglo XIX (y hogar del director, el Conde de Peñaflorida), aquí se conservan en exposición permanente alguno de los logros más importantes del seminario.
Merece mucho la pena para conocer sus colecciones de instrumentos de química y física, sus especímenes de zoología de todo el mundo y los modelos anatómicos de la época. No te vayas sin ver el inventario geológico respaldado en su momento por los hermanos Elhuyar.
Este edificio gótico tardío y renacentista está considerado Patrimonio cultural de Gipuzkoa. Ya imaginarás su importancia histórica. La Casa Jáuregi nos llega desde el siglo XVI con unos grabados en su fachada de gran valor. Los más importantes son los de la primera planta, así que fíjate muy bien.
No puedes visitar Bergara y no pasarte a conocer la imponente torre de la iglesia de San Pedro de Ariznoa. Estamos en el lugar exacto en el que se fundó la villa original de Villanueva de Bergara en en 1268. Aunque se levantó entre el siglo XVI y XVII sobre otra iglesia más antigua, y posee añadidos barrocos.
De hecho, la torre más visible es de esta última época, de 1742. Dentro encontrarás el retablo mayor plateresco (de gran importancia para el Renacimiento vasco, el Santo Cristo de la Agonía, un órgano precioso de finales del XIX y un altar todavía más espectacular. Ah, y su Santo Cristo es de nada más y nada menos que Juan Mesa.
Es otro de los edificios históricos más imponentes en el casco antiguo de Bergara. La torre Olaso, conocida igualmente por los nombres de Monzón o Reizabal, es un monumento de gran envergadura construido en el siglo XVI. Hoy es la sede de Jaikunde, la Academia de las Ciencias, de las Artes y de las Letras.
Aquí nacieron Miguel José de Olaso, miembro honorífico de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País, y Telesforo; el político y director del Real Seminario de Bergara en el siglo XIX, y el político republicano del siglo XX.
Se construyó en dos fases y eso permite hoy ver en ella muchos estilos mezclados. La parroquia de Santa Marina de Oxirondo comenzó a levantarse entre 1542 y 1607, y se terminó entre 1648 y 1672. A finales del XVIII se ampliaría para el coro que hoy puedes ver de Alejandro de Miranda.
Construcción típica de Castilla en el siglo XVI situada en el casco antiguo de Bergara. Estamos ante un palacio de tipo renacentista con balcón y un escudo de armas de la familia añadido a posteriori. Desde la calle verás sus ventanitas y la torre medieval que acompaña para la defensa. Hoy lo ocupan varias viviendas.
Fue la residencia de Andrés Martínez de Ondartza, una de las mayores personas de confianza de la familia real (Fernando el Católico, Juana y Carlos V) en el siglo XVI. Formaba parte de la corte y en 1536 consiguió el permiso del emperador para fundar su propio mayorazgo. De ahí este edificio.
Quizás no te llame mucho la atención después de tanto edificio de corte renacentista, pero el palacio Irízar o de Urrutia Espilla es uno de los edificios más valiosos de Bergara. Lo mandó construir Ignacio de Urrutia tras dejar el ejército. "¿Y qué?", pensarás. Bueno aquí tuvo lugar el famosísimo Abrazo de Bergara con el que se puso fin a la I Guerra Carlista.
Obra de Pedro de Ibarra para la familia Egino-Mallea, una de las más influyentes de Bergara en el siglo XVI. Hoy se conservan muy bien los adornos de la fachada principal y algunos elementos arquitectónicos como columnas o basamentos. Es un ejemplo sobresaliente del Renacimiento manierista.
El edificio data de principios del siglo XVI, aunque se desconoce su fecha exacta de construcción. La compra el capitán Juan de Moiua Barrena y Argarate unos 150 años después y lo remodela bajo los estándares de la época. Ya en el XVIII se vuelve a reformar con lo que vemos hoy.
Se construyó entre 1598 y 1604 por orden de relativos a la familia Aroztegi y pasó a los Murua en 1661. A manos de Martín Murua Elorregi, caballero de la Orden de Santiago, el palacio de Errotalde recibiría una gran cantidad de modificaciones vistosas. Actualmente el edificio hace las veces de biblioteca pública.
¡Y espera! Antes de irte tienes que visitar su increíble jardín del siglo XIX con el tejo (Taxus baccata), el puente sobre Aranerreka y la ermita de Santa Ana, también conocido como por la predicación de Francisco de Borja; general de la Compañía de Jesús quien ofició su primera misa en público aquí frente a 10.000 personas.
Grande ¿verdad? Situada junto al río Deba, la Casa Torre Gabiria es una de las edificaciones medievales más importantes de Begara. La familia del mismo nombre fue uno de los linajes más poderosos de Gipuzkoa y tuvo papel relevante en la guerra de bandos de los siglos XIV y XV. Tras eso pierde los elementos defensivos, y ya, en el XVII se pasa al barroco.
Su foto desde el río Deba con el puente de frente es inolvidable. Y esto se lo debemos a la familia Ozaeta, archienemiga de los Gabiria y también gran linaje de Gipuzkoa durante la misma época. El edificio data del siglo XVI, cuando se levantó para reforzar la torre medieval original.
El Ayuntamiento de Bergara se ubica en un espectacular monumento barroco del siglo XVII obra de Lucas de Longa. En su fachada cuenta con los escudos de Gipuzkoa, Bergara y los Austria, con varias inscripciones del Libro Eclesiástico. Si prestas atención, podrás ver las marcas de las columnas que se usaban para medir unidades en los mercados de la plaza.
Dentro de la casa consistorial se encuentra el Salón de Plenos al que también podrás acceder. En este mismo espacio se estrenó "El Borracho Burlado" del Conde Peñaflorida a mediados del siglo XVIII.
Mira bien su puerta interior porque es una de las mejor conservadas del Renacimiento en toda la península. La Casa Aroztegi es un edificio del siglo XVI encargado por el famoso Pedro García de Aroztegi.
No es un hórreo cualquiera, ¡es el único del siglo XVI de todo Gipuzkoa! Al menos que se conserve. Es una espectacular estructura de madera con un tejado de más de 100 metros cuadrados, un piso interior divido y varios silos. Aquí se almacenaba el trigo y el maíz, y se cuenta que nació San Martín Agirre.
Hay otros muchos monumentos históricos que ver en Bergara, pero la joya del Alto del Deba tiene demasiado que ofrecer para una visita de un solo día. Con esto ya tienes más que de sobra para empezar.
Siempre hay una fecha mejor que otra para visitar cualquier pueblo de Euskadi, y en el caso de Bergara esta coincide con sus fiestas patronales (una de ellas). Nos referimos a las fiestas de Pentecostés, que cada año cambian de fecha porque se calculan con 49 días tras el Día de Pascua.
Estas son conocidas por la bajada de Bitorianatxo, las txarangas por las calles, las comidas populares, la carrera ciclista, los diversos conciertos y otras muchas cosas. No te pierdas aquí el campeonato de baile a lo suelto, el certamen de bakalao ni la romería.
Las segundas fiestas más importantes son las de San Martín Agirre en septiembre, aunque luego por la tradición agrícola y ganadera de Bergara, hay otras citas mensuales y semanales. Eso, sin contar que cada barrio tiene su propio patrón. ¡Apunta!
La historia de Bergara está marcada por su ubicación geográfica. Si las buscas en el mapa descubrirás que se encuentra casi a mitad de camino preciso entre las tres capitales de Euskadi. Y no exageramos: 69,5 km de Donosti, 45 km de Vitoria y 58 km de Bilbao.
Esto hace que llegar hasta el pueblo sea realmente sencillo por carretera. La joya del Alto Deba cobra protagonismo en el extremo occidental de Gipuzkoa, pero a nivel de comunicaciones está sujeta por nada más y nada menos que la AP-1.
En cualquier caso, si te acercas a Bergara en coche te aconsejamos que aparques fuera del casco urbano. Luego ya por el propio pueblo lo mejor es utilizar los bidegorri para moverse en bici (aunque no es muy grande y lo puedes pasear a pie). El tema del tráfico y los huecos para dejar el coche es complicado.
Las estaciones megalíticas de Udala-Intxorta y de Elosua-Placencia prueban la existencia de asentamientos ya en la Edad del Bronce. Ahora bien, para entender la historia de lo que hoy entendemos como Bergara hay que viajar hasta la Edad Media.
El primer vestigio de "Bergara" en documentos escritos data del siglo XI, aunque habría que esperar hasta el siglo XIII para que el rey Alfonso X el Sabio entregara el fuero de Vitoria a la que se conocería como Villanueva de Bergara. Era julio de 1268, y este municipio pasaba a entrar en la estrategia del Reino de Castilla.
Unos años antes, en el 1200, Gipuzkoa había caído a manos de los castellanos, y estos para defenderse del contrabando, de los franceses y del Reino de Navarra, se liaron a fundar villas para unir castillos y proteger las rutas de comercio entre los puertos cantábricos y el interior de la península.
Durante los siglos posteriores se integrarían las anteiglesias de Uzarraga y Oxirondo y se asumiría como propio el conflicto de los banderizos; los Ozaeta y los Gabiria chocaban una y otra vez, así hasta que a finales del siglo XVI los Reyes Católicos ponen paz con la alternancia de las Ordenanzas para el buen gobierno local.
Nace el mercado de trigo (tres veces por semana) y otros negocios que atraen a visitantes y afloran una red de albergues y otros alojamientos. Aparecen talleres de herreros y cuchilleros, negocios de artesanos dedicados a las armas de fuego, y grandes palacetes de nobles que reconstruían sus antiguas torres.
En el siglo XVII se construye la Casa Consistorial, la actual plaza de San Martín de Agirre y las iglesias de San Pedro y San Marina. En el XVIII la expulsión de los jesuitas promueve la creación de la Sociedad Bascongada de Amigos del País que triunfaría a nivel internacional.
Bergara sería uno de los principales escenarios de la Primera Guerra Carlista por su situación estratégica. Aquí se daría el famoso Abrazo de Bergara que acabaría con el primer conflicto, y posteriormente comenzaría a crecer el tejido industrial. Con especial protagonismo del sector textil con la Algodonera de San Antonio.
Aparecen otros muchos edificios civiles modernos, se expanden los barrios, y ya, a finales del siglo XIX, se crean las dos primeras líneas de ferrocarril que pasan por el municipio; la de Durango-Zumarraga y la de Bergara-Vitoria. El resto es historia.
Bergara es conocida por su repostería. Concretamente por los rellenos, unas especie de bizcochos con crema de yema de huevo, y por los tostones, unas galletas con almendras. Aunque por supuesto que no es lo único interesante de su gastronomía.
Las carnes y pescados son increíbles tanto a la parrilla como guisados. No olvides de acompañarlo de un buen txakolí de Getaria. ¿Y dónde es mejor probar todo esto? Pues nos guiamos por la página del Ayuntamiento, que tiene su propio listado de bares y restaurantes.
DÓNDE COMER EN BERGARA | ||
---|---|---|
LOCAL | DIRECCIÓN | NÚMERO |
Zumelaga jatetxea |
San Antonio Kalea, 3 |
943762021 |
Aitonak jatetxea |
Boni laskurain pasealekua 9 |
628443486 |
Dixula taberna |
Barrenkalea, 32. |
943764495 |
Dragón oriental |
Fraiskozuri, 7 behea |
943250677 |
Venti Gastro Italia |
Domingo Irala Kalea, 10 |
943806339 |
Eruan Gastroteka |
Domingo Irala Kalea, 4 |
943760428 |
Pauberri |
Iparragirre, 2 behea |
943534368 |
Pol Pol Taberna |
Irala Kalea 16 |
943763001 |
Sirimiri |
Barrenkalea, 3 |
943044492 |
Ganbara |
Domingo Irala Kalea, 6 |
943765184 |
Qué, ¿te animas a visitar Bergara? Desde Guuk te podemos acompañar con la mejor tarifa para tu móvil. ¡Encuéntrala en nuestra web! No te pierdas nada, haz fotos y disfruta de la belleza de Euskadi conectado con los tuyos.