Euskal Hiria
Semana Santa en Navarra: procesiones y tradiciones únicas
5 minAlgunas lugares como Tudela, Iruña, Andosilla o Luzaide guardan verdaderas sorpresas en sus fiestas de Semana Santa con procesiones, viacrucis y más.
Imagina un pueblo de cuento, con encanto, donde las calles empedradas serpentean entre nobles caserones, galerías medievales y grandes iglesias. No hace falta irse a otro país o bucear entre novelas, el pequeño pueblo navarro de Olite tiene esto y más. Con sus viñedos, castillo y más, es un gran lugar para (re)conocer.
Entre los grandes viñedos, las torres impresionantes que llegan hasta el cielo y un entorno rural único, Olite es un destino perfecto para una escapada de fin de semana con amigos, familia o pareja. Para que no andes perdido, aquí te haremos una lista de lo que sí o sí tienes que ver.
Es probable que cuando escuches el nombre de Olite, lo primero que te venga a la mente sea su impresionante Palacio Real. Y no es de extrañar que esta joya sea tan reconocida.
Sin embargo, aunque estamos totalmente de acuerdo en que el palacio es la principal atracción de Olite, también es cierto que su encantador casco histórico proporciona el escenario perfecto para que el palacio resplandezca.
Esta encantadora villa, con poco más de 3.000 habitantes, está formada por un entramado de robustas casonas solariegas que lucen imponentes blasones en sus fachadas, murallas romanas que cuentan historias milenarias, arcadas góticas que evocan al pasado y hermosas iglesias que añaden un toque de serenidad al paisaje urbano.
La Iglesia de San Pedro es la más antigua del pueblo. Esta iglesia del siglo XII, ubicada en la plaza del Fosal, combina de manera armoniosa los estilos románico, gótico y barroco.
Su esbelta torre gótica de 52 metros destaca en el skyline del pueblo. Adéntrate en su bonito pórtico románico y descubre sus tesoros interiores, como un claustro románico del siglo XIII, una talla gótica de Santiago, un precioso retablo mayor y un sepulcro gótico.
Desde la Iglesia de San Pedro, toma la calle Villavieja hacia el Palacio Real de los Reyes de Navarra, conocido como el Castillo de Olite. Esta fortaleza, construida entre los siglos XIII y XIV, fue una de las residencias de la Corte del Reino de Navarra.
Después de su restauración en 1937, el palacio volvió a brillar con todo su esplendor. Explora las diferentes salas, incluidas las estancias del rey y la reina, y sube por las escaleras de caracol hasta lo alto de sus torres para disfrutar de vistas panorámicas del castillo y el pueblo.
El Palacio Real se encuentra en un extremo de la Plaza de Carlos III el Noble, la más bonita e importante de Olite.
Esta plaza medieval, rodeada de terrazas de restaurantes, alberga el Ayuntamiento, la Torre del Chapitel y las Galerías medievales, que ofrecen una exposición sobre la historia del pueblo en la Edad Media.
Cruzando la Torre del Chapitel llegarás a la Iglesia de Santa María la Real, una de las construcciones góticas más importantes de Navarra. Situada en la plaza Teobaldos, maravilla por su exuberante portada decorada con motivos vegetales y su magnífico retablo mayor renacentista.
Tu recorrido por Olite no puede pasar por alto el Museo del Vino, ubicado en el antiguo palacio del Santo Ángel en la Plaza de Teobaldos. En este museo enogastronómico, descubrirás la tradición vinícola de Navarra y los procesos de elaboración de sus vinos.
Combina tu visita con un recorrido por las famosas bodegas de vino de Olite, como las Bodegas Ochoo o las de Marco Real. El museo abre de lunes a sábado de 10h a 14h y de 16h a 19h, y los domingos de 10h a 14h.
El Palacio Viejo, pegado a la Iglesia de Santa María y convertido en Parador desde 1966, es otro de los tesoros históricos que no te puedes perder en Olite. Esta antigua fortaleza de planta rectangular, reforzada por torres en las cuatro esquinas, formaba parte del sistema defensivo de la ciudad junto con el Castillo.
A lo largo de la historia, sufrió saqueos y abandono durante la Guerra de la Independencia Española. Antes de la construcción del Palacio Real, sirvió como residencia habitual de varios monarcas navarros y en la actualidad, solo es accesible para los huéspedes del Parador.
Explora más de 500 metros de la antigua muralla romana del siglo I que aún se mantienen en pie en Olite. Admira las 12 torres que se distribuyen a lo largo de la muralla, siendo uno de los tramos más destacados el que se encuentra detrás del Palacio Real.
Aquí, podrás ver el famoso pozo de hielo, un ingenioso sistema de almacenamiento de alimentos que funcionaba como una nevera medieval.
Continuando tu paseo por el exterior de la muralla, llegarás al Convento de San Francisco, otro punto de interés imprescindible en Olite. Según la leyenda, fue fundado por San Francisco de Asís durante su peregrinación a Santiago de Compostela en el siglo XIII.
Aunque solo se puede visitar la iglesia durante la misa, su magnífica portada gótica y el retablo mayor son dignos de admiración desde el exterior.
El punto final de tu ruta por Olite puede ser una excursión de medio día a las asombrosas Bardenas Reales. Es cierto que no están en Olite como tal, pero solo se tardan 45 minutos en coche. Este parque natural semidesértico te sorprenderá con sus formaciones únicas, producto de la erosión del viento y la lluvia.
Realiza una ruta circular en coche por el parque para disfrutar de miradores panorámicos, senderos de trekking y la imponente formación conocida como Castildetierra.
Ahora que ya sabes todo lo que puedes descubrir en Olite, tendrás muchas ganas de ir tu próximo fin de semana, lo sabemos.
Por eso aquí te dejamos el resumen de la mejor ruta tanto en coche como transporte público para ir desde las capitales de Euskadi y Pamplona.
Si antes ya no tenías excusa para disfrutar de este rinconcito de Navarra tan encantador, ahora menos. Pilla a tus amigos o familia y disfruta al máximo de los edificios, vistas, gastronomía y compártelo con todos gracias al internet de Guuk. ¡Se morirán de envidia! 💚