
Euskal Hiria
Nola bisitatu Añanako Gatz Harana, eta han zer ikusi
5 minGesaltza Añana nahitaezko geldialdia da Gasteiz bisitatzen duten historiazale eta ikusnahi guztientzako.
¿Sabías que hace millones de años Euskadi estaba bajo el mar? De esa época, entre el Jurásico y el Cretácico, proviene el Valle Salado de Añana, una zona de salinas resultado del retroceso de las aguas que cubrían toda la región hasta la altura de Vitoria-Gasteiz.
Hoy Salinas de Añana y su milenaria fábrica de sal son uno de los atractivos turísticos más importantes de todo Araba y Euskadi. No puedes visitar la capital sin desplazarte los 30 kilómetros que la separan de esta joya vasca.
Y por eso en Guuk queremos acercarnos hasta aquí para hacer fotos, pasear por la zona y pasarlo bien con la cuadrilla. ¿Estás pensando en visitar el Valle Salado de Añana? En Guuk te damos las claves para que no te pierdas nada.
Lo primero es lo primero. Aquí el objetivo es Añana, el pueblito de la Cuadrilla del mismo nombre con menos de 200 habitantes que alberga las famosas salinas por las que en 2022 recibió a más de 70.000 visitantes.
¿Dónde está el Valle Salado de Añana exactamente? El enclave se encuentra a 31 kilómetros hacia el oeste de Vitoria-Gasteiz. Si lo buscas en el mapa verás que está localizado muy próximo a la frontera de Euskadi con Castilla y León.
A nivel administrativo está regido por el municipio del que forma parte junto a Atiega (aunque esta última tiene algo más de autonomía). El caso es que la forma más sencilla de llegar hasta el Valle Salado de Añana es partir desde la propia Vitoria. Tienes diferentes alternativas.
Tomando la línea 13 (Salinas de Añana) desde la estación de Vitoria. Hay salidas tanto de lunes a viernes como los fines de semana, aunque te recomendamos que evites estos últimos días por las afluencias y los horarios. El viaje dura unos 40-45 minutos.
Si tienes tu propio coche aligerarás bastante las cosas. Desde el centro de Vitoria tomas la N-622 en dirección norte. Al llegar a la A-1 desvíate por esta en dirección E-80 (desvío E-5/A-1). En media hora toma la salida de la A-2622 en dirección Gestalza Añana. ¡Y listo! Estarás ahí en 35 minutos.
Vale, te ha picado la curiosidad y ya estás en el pueblo. ¿Por donde empezar? Bueno, obviamente lo más importante son las fábricas de sal con más de 6.500 años de historia que dan forma al paisaje de la localidad.
Son más de 5000 eras al aire libre; plataformas preparadas para obtener materiales por precipitación. Aquí los trabajadores depositaban agua salada para quedarse con la sal una vez se ha evaporado el líquido.
En la antigüedad lo que se hacía era aprovechar el río Muera que pasa por la zona, modificando el terreno según convenía y empleando acueductos. Hoy las autoridades públicas están restaurando las instalaciones de cara a darlas a conocer.
No te quedes solo con las salinas. Añana es la villa más antigua de Araba, y eso solo puede significar una cosa: historia. Así es, el pueblo cuenta con un importante legado medieval formado por edificios públicos y religiosos, e incluso por restos arqueológicos de gran valor.
A destacar:
Esto por no mencionar que, si estás por la zona, siempre puedes hacer una visita a Valdegovía y, especialmente, al Parque Natural de Valderejo que Añana custodia desde su misma entrada.
La fábrica de sal es la base sobre la que se imparten todo tipo de actividades en Añana. Y no solo nos referimos a los típicos tours turísticos con guía. Puedes, desde bañarte en sus aguas durante una fecha concreta del año, hasta fabricar tu propia sal para después probarla.
Cuesta 8,50€ para adultos y 7,50€ si vas en grupo de más de 11 personas, 6,50€ para estudiantes, jubilados desempleados y personas con discapacidad, 2,50€ para niños de 7 a 12 años y gratis para menores de 6 años.
Se trata de un recorrido de una hora de duración en el que conocerás el pasado, presente y futuro de Añana. Aunque está disponible durante todo el año, si vas entre abril y octubre quizás hasta te mojes las manos y los pies en el spa salino.
Si no es la primera vez que visitas Añana, o si quieres complementar la anterior guía, en Guuk te recomendamos que reserves tu ruta por los manantiales salinos. Esta experiencia se centra más en el propio sistema de la fábrica: el manantial de Santa Engracia.
Incluye un paseo de más de 400 metros junto a los acueductos, y de nuevo, entre abril y octubre podrás meter las manos y los pies en el spa salino al aire libre. Dura una hora y media y cuesta 11€ para adultos, 10,50€ para grupos, 9,50€ para estudiantes, 3€ para niños y nada para menores de 6.
Incluye todo lo que hemos mencionado más arriba y añade una cata de sal de Añana (considerada como una de las mejores de todo el mundo). El sazonador en sus cuatro variantes, se acompaña de cayena, ajo, hierbas provenzales, aceitunas y cayena.
Dura una hora y media y cuesta 11€ para adultos, 10,50€ para grupos, 9,50€ para estudiantes, jubilados, desempleados y personas con discapacidad, 4€ para niños de entre 4 y 12 años y nada para menores de 3. Si te gusta la gastronomía local no te lo puedes perder.
La actividad más experimental en Añana. Entras a una sala de proyección de Realidad Virtual y sigues el viaje del agua dulce hasta lo más profundo de la tierra para convertirse en salmuera. Se proyecta en 4K y está guiado por el actor Txema Blasco.
Después, claro, continuarás con la visita ya física por el propio valle. Pero, ojo, porque eso solo se ofrece los fines de semana. Consta de una hora de duración (30 minutos en cada sección) y cuesta 9€ para todos los públicos y 7,50€ para grupos, jubilados, estudiantes, parados y personas con discapacidad.
¿Quieres saber cómo se siente un trabajador de la fábrica de sal? Con esta experiencia pensada para familias aprenderás a producir el "oro blanco" siguiendo todos los pasos originales del proceso.
Esto incluye un repaso por los métodos de trabajo que se empleaban en la antigüedad, mojándote los pies en los salineros y cogiendo con tus manos las herramientas y sí, llevándote después la sal a casa.
Aunque lo recomendable es sumarlo a alguna de las otras experiencias en el Valle Salado de Añana, también puedes disfrutar del spa salino sin pasar por lo demás. Como ya hemos dicho, son unas instalaciones a cielo abierto formadas por un pediluvio y un maniluvio.
Eso sí, no te vas a poder bañar de cuerpo entero por seguridad. Con meter las manos y los pies ya disfrutarás de todos los beneficios de las aguas hipersalinas; mejora de la circulación, remineralización de la piel o reducción de artrosis, entre otras cosas.
Como buen pueblo vasco, Añana también cuenta con sus propias fiestas populares. A estas además añade eventos específicos relacionados con sus instalaciones históricas. Si visitas la zona por alguna de su fechas, es más que recomendable quedarse a disfrutar.
Y nos dejamos lo más importante para el final. ¿Está buena la sal de Añana? Por supuesto que sí. De no ser así no llevaría produciéndose desde antes del Imperio Romano. Hoy se ha retomado la producción en la fábrica con técnicas tradicionales y criterios de sostenibilidad.
Antiguamente solo se obtenía una sal de las instalaciones, pero la Fundación responsable ha querido darle un impulso cultural y gastronómico ampliando la oferta. Estas son las sales que puedes comprar actualmente en Añana:
Este último es el más especial y exquisito de todos. Hablamos de un producto que solo se produce en Añana y que para muchos supone un objeto de coleccionistas. ¿Te apetecería probarlo?
Coge tu móvil con red de Guuk, llega hasta el Valle Salado de Añana utilizando tu GPS y vete directito hacia la tienda del pueblo para hacerte con ella. Que nuestras tarifas te lleven a saborear lo mejor de Araba y Euskadi.