Euskal Hiria
Mejores miradores de Euskadi para disfrutar de sus paisajes
1 minEuskadi cuenta con grandes vistas para disfrutar de Urdaibai, la bahía de la Concha o cualquier otro rincón montañoso o costero de la región.
¿Sabías que hace millones de años Euskadi estaba bajo el mar? De esa época ha quedado enclavado en el corazón de Araba, el Valle Salado de Añana. Este yacimiento de salinas, con más de 7.000 años de historia, es único es patrimonio. Por eso visitar y ver todo lo que hay allí es parada obligatoria para todos.
Hoy Salinas de Añana y su milenaria fábrica de sal son uno de los atractivos turísticos más importantes de todo Araba y Euskadi. No puedes visitar la capital sin desplazarte los 30 kilómetros que la separan de esta joya vasca.
Y por eso en Guuk queremos acercarnos hasta aquí para hacer fotos, pasear por la zona y pasarlo bien con la cuadrilla. ¿Estás pensando en visitar el Valle Salado de Añana? En Guuk te damos las claves para que no te pierdas nada.
En Salinas de Añana, a un paso de Vitoria-Gasteiz, tenemos un paisaje único que lleva miles de años sacando lo mejor de la tierra. Aquí, entre manantiales de agua salada, hemos aprendido a extraer la sal, ese producto que parece simple, pero que es vital para la vida.
Los de aquí sabemos bien cómo aprovechar lo que nos da la naturaleza, y las salinas son un ejemplo de eso, ¡llevamos generaciones haciéndolo!
Los antiguos pobladores de la zona aprovechaban las propiedades curativas de las aguas saladas y cómo la sal se convirtió en un bien preciado, objeto de comercio y símbolo de riqueza.
Este mineral, algo que tenemos en la cocina todos hoy en día, fue en el pasado un bien tan preciado como el oro. Su papel en la conservación de alimentos, esencial antes de la refrigeración, la convirtió en un elemento indispensable para la supervivencia de las comunidades.
El Valle Salado de Añana es un testimonio vivo de la larga y compleja relación entre el hombre y la sal. Sus manantiales salinos, explotados de forma ininterrumpida durante milenios, han dado lugar a un ecosistema cultural único, donde la producción de sal ha marcado el ritmo de vida de generaciones enteras.
Las salinas del Valle Salado son una auténtica maravilla, y no solo por su antigüedad, sino por cómo aprovecharon el terreno y una estructura geológica de lo más curiosa, llamada "diapírico".
En una extensión de 120 hectáreas, se levantaron las salinas de interior más importantes de Europa, un lugar único con más de 5.000 plataformas, llamadas “eras”, sostenidas por estructuras de madera y paredes de piedra. Aquí es donde se lleva a cabo el proceso mágico de extraer la sal.
Las eras están organizadas en grupos de 20 o 30, formando lo que se conoce como “granjas”. Cada granja tiene uno o dos depósitos bajo las eras, llamados “terrazos”, donde se almacena la sal que se va obteniendo durante la temporada de trabajo.
La magia empieza cuando el agua salada, conocida como “muera”, brota de los manantiales en el sur del valle. Desde allí, se distribuye en dos canales de madera: el “Rollo de Suso”, que lleva el agua por la izquierda del valle, y el “Rollo de Quintana”, que se encarga de la derecha con un caudal mayor, que luego se divide en más canales.
El agua se almacena en los pozos de cada granja, desde donde se llenan las eras. A partir de ahí, solo el sol y el viento hacen falta para que el cloruro sódico (la sal, para los amigos) cristalice y podamos disfrutar de este oro blanco.
Vale, te ha picado la curiosidad y ya estás en el pueblo. ¿Por donde empezar? Bueno, obviamente lo más importante son las fábricas de sal con más de 6.500 años de historia que dan forma al paisaje de la localidad.
Son más de 5000 eras al aire libre; plataformas preparadas para obtener materiales por precipitación. Aquí los trabajadores depositaban agua salada para quedarse con la sal una vez se ha evaporado el líquido.
En la antigüedad lo que se hacía era aprovechar el río Muera que pasa por la zona, modificando el terreno según convenía y empleando acueductos. Hoy las autoridades públicas están restaurando las instalaciones de cara a darlas a conocer.
No te quedes solo con las salinas. Añana es la villa más antigua de Araba, y eso solo puede significar una cosa: historia. Así es, el pueblo cuenta con un importante legado medieval formado por edificios públicos y religiosos, e incluso por restos arqueológicos de gran valor.
La Casa Palaciega de los Ozpinas, también conocida como Palacio de los Ozpinas, es una construcción medieval del siglo XVII ubicada en el Valle Salado de Añana, Araba.
Actualmente, funciona como un hotel rural y restaurante, manteniendo su esencia arquitectónica de la Edad Media. Destaca por su mampostería y sillería, con trabajos de herrería en barandillas, rejas y puertas, y un vistoso balcón corrido en la fachada principal.
El Palacio de los Zambrana-Herrán, situado en Salinas de Añana, es un edificio del siglo XVII. Su construcción comenzó en 1695 y destaca por su traza culta y calidad compositiva.
El edificio principal tiene un volumen cúbico con cubierta a cuatro aguas y muros de mampostería de piedra. Los detalles arquitectónicos incluyen ventanas alineadas y un portón central en la planta baja.
Este convento, perteneciente a la Orden de Malta, se encuentra en Salinas de Añana. Su planta es ligeramente rectangular con un pequeño patio abierto al exterior.
El acceso se realiza por una portada bajo arco de medio punto con la Cruz de Malta. El convento está conectado con la villa mediante el puente “Terrazos”, construido en piedra en 1762.
La Iglesia de Santa María de Villacones es el templo parroquial de Salinas de Añana. Construida en diversas épocas, presenta una planta rectangular con cabecera poligonal y materiales de mampostería y sillería.
Destacan sus bóvedas y la torre construida en 1700. En el interior, se encuentra la imagen de la Andra Mari del siglo XIV y varios retablos de estilo renacentista y barroco.
La Torre Palacio de los Varona, ubicada en Villanañe, es una fortaleza del siglo XIV que combina una torre gótica y un palacio del siglo XV.
Este conjunto fortificado, rodeado por un foso, ha sido restaurado y convertido en un museo. Es uno de los mejores ejemplos de arquitectura militar en Álava y sigue siendo habitado por descendientes de la familia Varona.
Esto por no mencionar que, si estás por la zona, siempre puedes hacer una visita a Valdegovía y, especialmente, al Parque Natural de Valderejo que Añana custodia desde su misma entrada.
La fábrica de sal es la base sobre la que se imparten todo tipo de actividades en Añana. Y no solo nos referimos a los típicos tours turísticos con guía. Puedes, desde bañarte en sus aguas durante una fecha concreta del año, hasta fabricar tu propia sal para después probarla.
Cuesta 8,50€ para adultos y 7,50€ si vas en grupo de más de 11 personas, 6,50€ para estudiantes, jubilados desempleados y personas con discapacidad, 2,50€ para niños de 7 a 12 años y gratis para menores de 6 años.
Se trata de un recorrido de una hora de duración en el que conocerás el pasado, presente y futuro de Añana. Aunque está disponible durante todo el año, si vas entre abril y octubre quizás hasta te mojes las manos y los pies en el spa salino.
Si no es la primera vez que visitas Añana, o si quieres complementar la anterior guía, en Guuk te recomendamos que reserves tu ruta por los manantiales salinos. Esta experiencia se centra más en el propio sistema de la fábrica: el manantial de Santa Engracia.
Incluye un paseo de más de 400 metros junto a los acueductos, y de nuevo, entre abril y octubre podrás meter las manos y los pies en el spa salino al aire libre. Dura una hora y media y cuesta 11€ para adultos, 10,50€ para grupos, 9,50€ para estudiantes, 3€ para niños y nada para menores de 6.
Incluye todo lo que hemos mencionado más arriba y añade una cata de sal de Añana (considerada como una de las mejores de todo el mundo). El sazonador en sus cuatro variantes, se acompaña de cayena, ajo, hierbas provenzales, aceitunas y cayena.
Dura una hora y media y cuesta 11€ para adultos, 10,50€ para grupos, 9,50€ para estudiantes, jubilados, desempleados y personas con discapacidad, 4€ para niños de entre 4 y 12 años y nada para menores de 3. Si te gusta la gastronomía local no te lo puedes perder.
La actividad más experimental en Añana. Entras a una sala de proyección de Realidad Virtual y sigues el viaje del agua dulce hasta lo más profundo de la tierra para convertirse en salmuera. Se proyecta en 4K y está guiado por el actor Txema Blasco.
Después, claro, continuarás con la visita ya física por el propio valle. Pero, ojo, porque eso solo se ofrece los fines de semana. Consta de una hora de duración (30 minutos en cada sección) y cuesta 9€ para todos los públicos y 7,50€ para grupos, jubilados, estudiantes, parados y personas con discapacidad.
¿Quieres saber cómo se siente un trabajador de la fábrica de sal? Con esta experiencia pensada para familias aprenderás a producir el "oro blanco" siguiendo todos los pasos originales del proceso.
Esto incluye un repaso por los métodos de trabajo que se empleaban en la antigüedad, mojándote los pies en los salineros y cogiendo con tus manos las herramientas y sí, llevándote después la sal a casa.
Aunque lo recomendable es sumarlo a alguna de las otras experiencias en el Valle Salado de Añana, también puedes disfrutar del spa salino sin pasar por lo demás. Como ya hemos dicho, son unas instalaciones a cielo abierto formadas por un pediluvio y un maniluvio.
Eso sí, no te vas a poder bañar de cuerpo entero por seguridad. Con meter las manos y los pies ya disfrutarás de todos los beneficios de las aguas hipersalinas; mejora de la circulación, remineralización de la piel o reducción de artrosis, entre otras cosas.
Como buen pueblo vasco, Añana también cuenta con sus propias fiestas populares. A estas además añade eventos específicos relacionados con sus instalaciones históricas. Si visitas la zona por alguna de su fechas, es más que recomendable quedarse a disfrutar.
Y nos dejamos lo más importante para el final. ¿Está buena la sal de Añana? Por supuesto que sí. De no ser así no llevaría produciéndose desde antes del Imperio Romano. Hoy se ha retomado la producción en la fábrica con técnicas tradicionales y criterios de sostenibilidad.
Antiguamente solo se obtenía una sal de las instalaciones, pero la Fundación responsable ha querido darle un impulso cultural y gastronómico ampliando la oferta. Estas son las sales que puedes comprar actualmente en Añana:
Este último es el más especial y exquisito de todos. Hablamos de un producto que solo se produce en Añana y que para muchos supone un objeto de coleccionistas. ¿Te apetecería probarlo?
Lo primero es lo primero. Aquí el objetivo es Añana, el pueblito de la Cuadrilla del mismo nombre con menos de 200 habitantes que alberga las famosas salinas por las que en 2022 recibió a más de 70.000 visitantes.
¿Dónde está el Valle Salado de Añana exactamente? El enclave se encuentra a 31 kilómetros hacia el oeste de Vitoria-Gasteiz. Si lo buscas en el mapa verás que está localizado muy próximo a la frontera de Euskadi con Castilla y León.
A nivel administrativo está regido por el municipio del que forma parte junto a Atiega (aunque esta última tiene algo más de autonomía). El caso es que la forma más sencilla de llegar hasta el Valle Salado de Añana es partir desde la propia Vitoria. Tienes diferentes alternativas.
Tomando la línea 13 (Salinas de Añana) desde la estación de Vitoria. Hay salidas tanto de lunes a viernes como los fines de semana, aunque te recomendamos que evites estos últimos días por las afluencias y los horarios. El viaje dura unos 40-45 minutos.
El Valle Salado está a unos 75 kilómetros de Bilbao. Solo tienes que coger la AP-68 (autopista Bilbao-Zaragoza) en dirección Vitoria-Gasteiz y tomar la salida 3 hacia Pobes. Desde ahí, sigue las indicaciones hasta Salinas de Añana. En unos 55 minutos estarás disfrutando de las salinas.
Son unos 120 kilómetros de distancia, así que el viaje te llevará aproximadamente 1 hora y 20 minutos. Coge la A-1 (Autovía del Norte) en dirección Vitoria-Gasteiz. Al llegar a la capital, toma la A-2622 hacia Añana siguiendo las indicaciones hacia las salinas.
¡Es un paseo! Solo son 30 kilómetros desde Vitoria-Gasteiz. Coge la carretera A-2622 y sigue las indicaciones hacia Salinas de Añana. En 30 minutos estarás ahí.
Coge tu móvil con red de Guuk, llega hasta el Valle Salado de Añana utilizando tu GPS y vete directito hacia la tienda del pueblo para hacerte con ella. Que nuestras tarifas te lleven a saborear lo mejor de Araba y Euskadi.