Euskal Hiria
Conoce las cuevas de Baltzola y sus alrededores
6 minAl visitar estas cuevas están conocerás una tierra donde la cultura, la historia y las tradiciones del pueblo vasco se encuentran muy presentes
La naturaleza es ese sitio donde desconectas para reconectar, y en Euskadi lo sabemos muy bien. Por todo Euskal-Herria hay sitios chulos, pero algunos demasiado masificados. Aquí te traemos un pequeño secreto para escapar del mundo y conectar con la tierra: La cueva de Baltzola. Conoce todo lo que pueden ofrecerte estas cuevas y sus alrededores.
Si eres de aquí, seguro que has oído hablar del Parque Natural de Urkiola, un sitio que forma parte de nuestra identidad, pero igual no sabías que este pequeño tesoro estaba en su interior.
Estas cuevas, que se han ido formando durante miles de años gracias a la erosión, son uno de los rincones más visitados de Dima. La naturaleza, con paciencia, ha moldeado la piedra hasta crear este espacio espectacular que todos conocemos.
Cada año, el complejo recibe a montones de visitantes: historiadores, escaladores, ecologistas y montañeros. Todos con un mismo objetivo: disfrutar de la belleza y el encanto de las Baltzolako kobak. Si aún no has ido, igual es hora de redescubrir uno de nuestros tesoros más cercanos.
En el corazón del valle de Arratia, hay dos joyas que se llevan todo el protagonismo: las Baltzolako kobak y el puente de Jentilzubi.
Estas maravillas, esculpidas por los elementos a lo largo de miles de años, nos dan la excusa perfecta para adentrarnos en las laderas de nuestros montes y conectar con la esencia de esta tierra que tanto nos da. Si te va lo auténtico, este plan es puro Euskadi.
Dentro de estas impresionantes cuevas te espera todo un espectáculo natural. Aquí no solo verás las clásicas estalactitas y estalagmitas, sino que incluso puedes cruzarte incluso con un pequeño rebaño de cabras u otros animales que han hecho de este espacio su casa.
Si te animas a adentrarte en la galería principal, descubrirás pequeñas cuevas que se abren a los lados, formando un laberinto natural que invita a la aventura. Si eres de los que disfrutan explorando cada rincón, no olvides llevar un buen frontal, porque aquí la oscuridad es la protagonista.
Una vez dentro, el silencio lo envuelve todo. Este lugar es un refugio de tranquilidad, perfecto para desconectar del ruido y conectar con la naturaleza en estado puro. Eso sí, ven preparado: calzado adecuado, linterna y una buena chaqueta, porque dentro la temperatura baja y se nota.
Arriba, en la parte superior de la cueva, encontrarás dos paneles informativos que te cuentan la historia de este rincón mágico de Bizkaia. Si quieres conocer más sobre nuestras raíces y el entorno que nos rodea, no te los pierdas.
El nombre Jentilzubi viene de la fusión de dos palabras en euskera: jentilak y zubia. Jentilak hace referencia a uno de los personajes más legendarios de la mitología vasca, esos gigantes paganos con una fuerza descomunal y un aire salvaje.
La segunda palabra, zubia, significa puente en euskera. Juntas, forman "el puente de los gentiles", o Jentilzubi, como lo conocemos oficialmente.
Este puente natural es el vestigio de una antigua galería de las Baltzolako kobak, y hoy en día es el único testigo que queda en pie. Junto a las cuevas, es uno de los puntos más visitados del entorno, convirtiéndose en una parada fotográfica obligada para todo el que pasa por aquí.
Y lo mejor es que puedes elegir cómo vivir la experiencia: puedes posar tanto bajo el puente como encima de él, tú decides desde qué ángulo te llevas el recuerdo.
Justo bajo la protección de Jentilzubi se encuentra Axlor, un yacimiento prehistórico excavado entre 1967 y 1974, que aporta evidencias de que los neandertales ya habitaban estas tierras hace más de 50.000 años.
Este sitio arqueológico, descubierto en 1932 por José Miguel Barandiaran, es uno de los más antiguos de Bizkaia y ha sufrido todo tipo de desperfectos a lo largo de los años. Ambos, Jentilzubi y Axlor, son pedacitos de historia y leyenda que nos recuerdan lo profundo de nuestras raíces.
Las cuevas de Baltzola se encuentran en el municipio de Dima, en pleno Valle de Arratia, Bizkaia, a unos 400 metros sobre el nivel del mar. Estas cuevas, rodeadas por un entorno natural impresionante, son uno de los tesoros más visitados del Parque Natural de Urkiola.
Ahora que seguro tienes muchas ganas de hacer una visita, te dejamos aquí las indicaciones para llegar tanto en coche como en transporte público desde las principales ciudades de Euskadi: Bilbao, Donostia y Vitoria.
Si vienes de Bilbao, llegar a las Baltzolako kobak es bastante sencillo. En coche, puedes tomar la AP-8 en dirección a San Sebastián o Vitoria y salir en la salida 101 hacia la N-240, que te llevará a Galdakao. Desde ahí, sigue por la N-240 hasta llegar a Dima, donde encontrarás las indicaciones hacia Baltzola Auzoa.
Si prefieres el transporte público, desde Termibús puedes tomar el autobús A3927 (Bizkaibus) que va hacia Otxandio o Artea, y bajarte en Dima. Desde allí, tendrás una caminata de unos 30 minutos hasta las cuevas. El recorrido completo, incluyendo el trayecto en bus y la caminata, te llevará alrededor de 1 hora y media.
Si sales desde Donostia/San Sebastián, en coche el viaje dura aproximadamente 1 hora y 15 minutos. Toma la AP-8 en dirección a Bilbao, y cuando llegues a la N-240, dirígete hacia Galdakao y continúa hasta Dima. Una vez en Dima, solo tienes que seguir las indicaciones a Baltzola Auzoa.
Si optas por el transporte público, deberás primero tomar un autobús a Bilbao desde la estación de autobuses de Donostia. Una vez en Bilbao, sigue el mismo proceso mencionado anteriormente, tomando el autobús A3927 en Termibús hasta Dima, y luego caminar hasta las cuevas.
Desde Vitoria-Gasteiz, llegar a las cuevas también es fácil. En coche, puedes tomar la N-240 en dirección a Bilbao. Sigue por esta carretera hasta llegar a Dima, y desde allí dirígete a Baltzola Auzoa.
Si prefieres el transporte público, tendrás que tomar un autobús desde la estación de Vitoria hasta Bilbao, y una vez en Bilbao, seguir las indicaciones de transporte público desde Termibús. Esto te llevará unas 2 horas y media en total, contando el transbordo en Bilbao y la caminata hasta las cuevas.
Esperamos que esta guía te haya animado a explorar las cuevas de Baltzola y disfrutar de todo lo que este rincón de Euskadi tiene para ofrecer. Ya sea que vayas en coche o en transporte público, la aventura está asegurada.
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