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¡Epa, lagun! Si estás buscando un plan para refrescarte en Euskadi, déjate de playas abarrotadas y prepárate para disfrutar de las mejores piscinas naturales de nuestra tierra. Porque sí, en Euskadi tenemos rincones escondidos donde la naturaleza nos regala auténticos oasis entre montes, ríos y cascadas.
Estos parajes son perfectos para darte un chapuzón rodeado de verde, con la tranquilidad de la montaña y el frescor del agua cristalina.
Desde las pozas más salvajes hasta lugares más accesibles para toda la familia, en este post te vamos a llevar de paseo por esos sitios mágicos donde el agua y el entorno se unen para crear un auténtico paraíso natural. Coge las zapatillas de monte, el bocata y la toalla, ¡que nos vamos a bañar a lo grande!
Esta joya de Elantxobe es un secreto bien guardado entre las rocas del puerto. Protegida por los muros y con vistas a la bahía de Ogoño, es el sitio perfecto para zambullirse en agua salada, ¡con tranquilidad total!
Entre las olas del Cantábrico y el ambiente del puerto, bañarse aquí es un plan redondo. Además, no te pierdas las casitas de colores del pueblo en la ladera, ¡puro encanto euskaldun!
¡Mutriku tiene dos pedazo de piscinas naturales olímpicas! Aquí el mar Cantábrico se cuela entre las rocas y te ofrece una piscina fresquita, ideal para nadar, hacer buceo o pegarte unos saltos. En verano, con el chiringuito y los socorristas, ya tienes el día completo.
Y si lo tuyo es disfrutar de la costa gipuzkoana, este rincón cerca del puerto te va a robar el corazón.
En plena Araba, junto al Parque Natural de Izki, te espera la piscina fluvial de Fresnedo. A pie de río y rodeada de un área recreativa con todo lo que necesitas: mesas, asadores, cancha de baloncesto y hasta juegos para txikis.
Vamos, un lugar perfecto para pasar el día con la kuadrilla o en familia. Si el hambre aprieta, tranquilo, que en verano también hay bar. Agua cristalina, buen rollo y naturaleza a tope, ¿qué más se puede pedir?
Y si lo que quieres es un plan más salvaje, en Hernani tienes las pozas del Urumea. Aquí no hay vestuarios ni duchas, pero el paisaje es una pasada. Aguas frías y limpias, rodeadas de verde por todas partes.
Es el lugar perfecto para escapar del calor y conectar con la naturaleza. No es muy conocido, pero eso solo le da más puntos para los que buscan tranquilidad.
En Orduña te espera el Molino de Belandia, un sitio que parece sacado de una postal. Esta piscina natural está rodeada de una vegetación brutal y rocas que le dan un toque muy especial.
El antiguo molino de piedra le da ese rollo histórico que mola y convierte el lugar en algo mágico. El agua cristalina te invita a un baño refrescante, y el ambiente relajado hace que sea perfecto para desconectar y disfrutar de la naturaleza.
Muy cerquita de Bilbao, en las faldas del Pagasarri, se encuentra la Cascada de Bolintxu, un paraíso escondido.
Para llegar, te pegas un paseíto suave de unos 4 km atravesando un bonito bosque de ribera, y al llegar, te encuentras con una cascada que forma una piscina natural de agua tan clara que parece de cuento. Si necesitas huir del jaleo de la ciudad y conectar con la naturaleza, este es tu sitio.
En Iurreta, te espera la Cascada de Oromiño, también conocida como Pozubaltz, un lugar que parece sacado de una película de aventuras. El agua viene directamente del Monte Oiz, limpia y transparente, perfecta para un chapuzón en plena naturaleza.
Llegar hasta aquí implica un pequeño recorrido a pie, lo que le añade ese toque aventurero que mola. Y lo mejor de todo es que no es muy conocido, así que si buscas tranquilidad, este es tu rincón.
En pleno Parque Natural de Gorbeia, las Pozas de Atxuri son un conjunto de piscinas naturales que te dejarán boquiabierto. Para llegar, te haces una caminata por senderos superbién señalizados, así que mientras llegas vas disfrutando del paisaje.
El agua está fresquita y limpia, perfecta para darte un baño rodeado de naturaleza espectacular. Un planazo si te gusta caminar y luego refrescarte en un entorno único.
Artikutza es una maravilla natural ubicada en Navarra que está dentro de un bosque mágico que merece la pena visitar. En este valle protegido te esperan unas pozas con agua cristalina, ideales para darte un chapuzón y olvidarte de todo. Rodeado de vegetación exuberante, este sitio es un remanso de paz para los que buscan una conexión auténtica con la naturaleza.
El valle de Leitzaran es una pasada, un entorno natural protegido que guarda en su interior varias pozas naturales con aguas limpísimas.
Las rutas de senderismo que recorren el valle son perfectas para explorar sus rincones y llegar hasta las pozas, donde te espera una recompensa refrescante en plena naturaleza. Perfecto para los amantes del senderismo y los baños salvajes.
Dicen por ahí que, si algo te gusta, no lo compartas que igual luego se masifica y la liamos. En este caso, nosotros queremos que desconectes y disfrutes de la naturaleza, pero mandar una foto a tu kuadrilla o familia para dar envidia no está mal.
Igual que tampoco lo está tener una conexión estable para no perderte en ningún momento. Para eso estamos nosotros, tú solo disfruta, que Guuk se encarga de conectarte con lo que más te importa. 💚
Podrás conectar con la naturaleza en estado puro mientras ordeñas ovejas, hacer cuajadas y talos disfrutando de la auténtica vida rural vasca.
Las cuevas de Pozalagua son la segunda mayor concentración mundial de estalactitas excéntricas y no te puedes perder su forma de flor tan impresionante.
Antoñana es el sitio ideal para hacer una escapada a la montaña alavesa y disfrutar de su historia, sus lugares de interés y su feria de la primavera.
Este pequeño pueblo encierra gran parte de nuestra historia además de contar con buena gastronomía, monumentos y planes cercanos.
Este evento reúne las tradiciones ancestrales y cobran vida en Zalduondo con desfiles, juicios simbólicos y espectáculos culturales.
Algunos bosques tan mágicos como el de Otzarreta o Urkiola tiñen sus bosques de un tono único que te permite vivir un otoño de ensueño.
