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En Euskadi tenemos mucho más que txakoli. El sur de Alaba comparte gran parte de las condiciones climáticas con La Rioja, y posee unos suelos igual de interesantes para cultivar la mejor vid de la península. Y claro, ahí la mayor referencia de vinos no es otra que Laguardia.
A menos de 20 kilómetros de Logroño aparece una joya arquitectónica e histórica que tras su incorporación a Araba en el siglo XV, decide apostarlo todo por la tradición que arrastraban desde la época romana: el vino. Desde entonces esto ha protagonizado la economía de la zona.
En el siglo XIX, la llegada de la industrialización y el comercio moderno derivan en la aparición de decenas de bodegas. Así es como se convierte Laguardia en un referente vinícola con La Rioja al frente y la marca vasca detrás. ¿Te animas a visitarla? En Guuk llevamos ya la bota.
En Laguardia se mezclan las bodegas subterráneas de origen casero con las más modernas que todos conocemos. Esto es así porque con el auge comercial del vino en la Edad Moderna, se necesitaba producir más, pero también conservar más. ¿Y dónde es más sencillo?
La vida se estaba concentrando en los pueblos y ciudades. Por eso muchas bodegas que vemos hoy están bajo las propias casas, en el subsuelo. Ahí se dan temperaturas constantes y niveles de humedad perfectos para la fermentación del vino.
En el mapa de arriba puedes ver las bodegas registradas en Laguardia y alrededores. ¿Cuál es la mejor? Pues es muy relativo, pero cada una de ellas ofrece experiencias bien diferenciadas. Desde catas hasta visitas, cursos sobre el proceso del vino y otras sorpresas.
En pleno centro de Laguardia nos encontramos con la que probablemente sea la boedga-cueva más conocida de la zona. El Fabulista se encuentra a 7 metros de profundidad, bajo los cimientos del palacio de los Samaniego. Sí, la misma familia del famoso Félix María de Samaniego. Esta bodega es hoy una de las poquitas que siguen manteniendo intactos los procesos tradicionales y que apuestan por la maceración carbónica. Ofrecen cinco tipos de visitas diferentes, que incluyen tanto un repaso por la historia como una visita a los procesos de elaboración. Algunas incluyen cata de sus cinco vinos producidos. Ah, y si vas los sábados ¡podría guiarte el propio Samaniego! Reserva en su web.
A las afueras en dirección sur y a 5 minutos en coche, tenemos la que está considerada como la catedral de las bodegas de la Rioja Alavesa. Solar de Samaniego es una marca de gran prestigio que tiene en Laguardia su semilla original; una inmensa bodega con más de medio siglo de historia, en la que las barricas son las protagonistas del paisaje. Bueno, ellas y los siete gigantescos murales que el australiano Guido Van Helten pintó sobre los toneles de hormigón más antiguos. Aunque hay tres tipos de visitas diferentes, nosotros recomendamos Beber Entre Líneas, porque incluye la cata durante el propio recorrido por la bodega. Reserva en su web.
Dirígete a la calle Paganos, dentro del propio pueblo, para descubrir ¡la bodega más antigua de Laguardia! Bueno, y de todo el mundo. Hablamos de un recinto del siglo XV, escondido en el subsuelo de un edificio del siglo XI. Aquí es donde la iglesia cobraba originalmente los diezmos y primicias del impuesto agrícola. Hoy es famosa por ser la sede de Casa Primicia, una de las bodegas que más te van a recomendar en la Rioja Alavesa. Ofrece visita más cata o solo cata, en cuatro experiencias distintas: Tour Casa Primicia, Cita Varietal, Ecovisita y Visita 5 Estrellas. Es, sin ninguna duda, la bodega más bonita de toda la región. Reserva en su web.
Las bodegas Campillo se llevan todas las miradas de quienes hacen el camino entre Laguardia y la Laguna de Carralogroño. Es un edificio imponente de aires franceses que comenzó su producción en los años 90. Pero que no te engañe su edad. Detrás tiene a la poderosa familia Martínez Zabala, que además de este recinto, cuenta con las bodegas de Faustino, Portia, Marqués de Vitoria, Valcarlos y Leganza, opera en 160 países y trabaja con 6 denominaciones de origen en más de 2.000 hectáreas de viñedo. Vamos, que acudir a Campillo es asegurarse de disfrutar de una experiencia de primera calidad. Ofrecen cinco tipos de visitas, con tour, cata y hasta música incluida. Recomendamos el Duelo de narices con taller olfativo. Reserva en su web.
Su perfil ondulado es inconfundible en la Rioja Alavesa. La bodega Ysios nos recibe a unos pocos kilómetros de Laguardia (en La Hoya) con una presentación inmejorable; una gran arquitectura y unos viñedos en los que apetece quedarse a vivir. Aquí se producen hasta nueve vinos diferentes de gran prestigio en la zona. Y se pueden probar, sí. Solo hay que reservar una de las visitas que incluyen cata. También da acceso a la sala de barricas y a recorrer los propios viñedos. El lugar cuenta con un bar para el que no hace falta reservar (es la excepción). Lo puedes hacer en su web.
Sí, solo es una de las 300 cuevas que existen en Laguarida, pero es que esta es la más especial. La bodega cueva Dorretxe presume de ser la única que ha mantenido al natural sus espacios. Ni paredes ni techos están trabajados, por lo que visitar sus espacios es sumergirse literalmente en el subsuelo del pueblo. Encontrarás la bodega en la Calle Mayor sin mucho problema. Es un espacio bastante reducido, pero se complementa bien con las visitas ofertadas. Si buscas autenticidad y tradición, esta es la mejor opción de la zona. Podrás elegir entre un tour normal con cata, uno con visita al pueblo y degustación y otra teatralizada y ambientada en la Edad Media. Reserva en su web.
De camino a Vitoria desde Laguardia, justo pasando por Páganos, nos tropezamos con una auténtica joya de la Rioja Alavesa. En menos de dos décadas los García Olano han logrado elevar la tradición de su familia, que se remonta a la época musulmana, con buenhacer y unos productos locales de calidad. Su bodega ocupa un espacio de 2.500 metros, bajo la que se disponen 550 metros cuadrados de elaboración y almacenamiento. En el viñedo, el 90% del espacio lo ocupa la variedad tempranillo, y el resto la viura (5%), el graciano y la garnacha (5%). Ofrecen tres tipos de experiencias con más o menos vinos en cata, así como un restaurante con gastronomía propia. Reserva en su web.
La bodega Palacio es el máximo exponente del Rioja moderno, una forma de entender la vid que nació a finales del siglo XIX y que tomó prestadas las tradiciones de la región para llevarlas hacia el futuro. Cosme Palacio fundó entonces, en 1894, una espectacular bodega en la villa medieval que despide a todos aquellos que salen de Laguardia. Aquel pionero trabajaba ya sobre otro negocio de 1860 gestionado por su padre y antecesores. ¡Ahí es nada! Hoy, aquí encontramos 246 hectáreas en las que se conservan más de 12.000 barricas. Destacan el tempranillo, el graciano y el maturana tinta. Reserva en su web.
Es, junto a Cueva Doretxe, otra de las experiencias puras en bodega cueva de Laguardia. En la bodega Carlos San Pedro Pérez de Viñaspre recorrerás el subsuelo del pueblo a 8 metros de profundidad, por las oquedades que los antepasados locales escarbaron en la piedra 600 años atrás. La producción de vino comenzó aquí hace tres siglos y hoy continúa con gran dominio de la Denominación de Orgen de la zona. La visita dura 35 minutos, en la que conocerás tanto el método de elaboración del vino como las distintas secciones de la cueva empleadas para ello. Reserva en su web.
Es hotel, es restaurante, es bodega, y sí, también es el antiguo palacio de Viana construido en 1619. Hoy está protegido como patrimonio de interés histórico y cultural. En 1988 Mery González y Jaime Gutiérrez deciden restaurarlo para crear allí mismo el sueño del etnoturismo. La bodega no es muy grande, pero sí huele y sabe a la tradición más auténtica, con sus barricas y paredes de cueva al descubierto. Aquí ofrecen catas de vinos, degustaciones de quesos y embutidos, así como experiencias gastronómicas en el restaurante. Te enamorarás de todo. Reserva en su web.
Nos dejamos muchas bodegas en Laguardia sin mencionar que también se merecen su visita. Hablamos de la de Javier San Pedro Ortega, la de Eguren Ugarte o la de López Oria, entre otras. Pero mejor que seguir contándote, lo ideal es que te pases por la Rioja Alavesa a descubrirlos.
Euskadi también es portavoz de la Denominación de Origen Rioja y es algo de lo que tenemos que sentirnos orgullosos. Visita Laguardia y sus bodegas equipado con la mejor tarifa para tu móvil de Guuk, y nos cuentas si exageramos o no.
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