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Haz una pequeña escapada a Antoñana y disfruta de conocer el pueblo, su historia, sus puntos de interés y todo lo que le da su encanto característico. En plena montaña alavesa, podrás disfrutar de paseos por sus calles amuralladas, sus monumentos y exposiciones de interés histórico. Podrás hacer un montón de actividades muy interesantes.
Recorre el centro histórico y visita sus edificios más impresionantes, da un paseo hasta la cascada de Aguake o visita el centro del Ferrocarril, "el trenico". Disfruta de sus fiestas patronales y de su Feria de la Primavera. Así entendrás por qué La villa de Antoñana está considerada como Monumento Nacional de Euskadi.
Dentro de nuestras tierras de Navarra hay muchas localidades que, aunque pasen desapercibidas para la mayoría de la gente, encierran mucha historia y algunos monumentos increíbles. Desde luego tesoros escondidos que merecen la pena visitar.
Antoñana fue fundada en 1182 por el rey Sancho el Sabio de Navarra, aunque desde la prehistoria estuvo habitada por nómadas que se dedicaban a la cría del ganado. Durante la Edad Media fue una zona disputada por los reinos de Navarra y Castilla por su ubicación estratégica.
La estructura medieval se sigue conservando en gran parte de la ciudad, por eso se considera uno de los pueblos más bonitos e interesantes de Araba y Euskadi.
El centro histórico de Antoñana está formado por 3 calles principales junto a los cantones que las unen. Los pasadizos pequeños y estrechos son uno de los mayores encantos del núcleo urbano.
Todas las murallas, que en el pasado fueron un elemento defensivo de Antoñana, fueron usadas como un muro normal para construir las casas de la zona, creando un precioso paisaje de callejuelas y antiguas murallas.
En la entrada sur del centro histórico se encuentra la única puerta medieval que se conserva actualmente, una maravilla que no puedes perderte.
Este templo cristiano fue construido sobre la antigua iglesia fortaleza de Antoñana. La iglesia fue construida en el siglo XVIII para honrar a San Vicente Mártir y está ubicada en el interior de ellas murallas, junto a una de las antiguas entradas de la villa.
Debido a su antiguo carácter de fortaleza se encuentra en un punto estratégico que puede verse desde casi cualquier lugar de Antoñana.
El centro urbano de Antoñana está repleto de edificaciones históricas y escudos que son testigo de la importancia que tuvo Antoñana en el pasado. El núcleo urbano está lleno de estructuras de piedra y madera que crean rincones encantadores allá por donde vayas.
Dentro de todas las casas impresionantes que pueden verse, hay que destacar la casa torre de los Hurtado de Mendoza y la casa palacio de los Elorza.
A pesar de ser un pequeño pueblito, Antoñana esconde muchos rincones únicos que te sorprenderán, tanto por la paz que te transmiten como por la conexión con la tierra que vas a sentir.
A las afueras del núcleo urbano, en el camino a la cascada de Aguake, podrás ver la ermita de Nuestra Señora del Campo. Este templo construido en 1951 guarda en su interior los restos de la ermita originaria del siglo XIII.
Si paseas por las calles y plazas de Antoñana podrás ver 2 obras del artista navarro Xabier Santxitena. Ambas esculturas hacen honor a varios personajes de la mitología vasca. La primera, Iditu, se encuentra junto al centro de salud de Antoñana, y la segunda, Lamia está junto al centro del aljibe del lavadero.
Uno de los aspectos más atractivos e interesantes de Antoñana y sus alrededores es el salto de agua de Aguake. Dar un paseo hasta la zona, disfrutando del paisaje natural, con o sin niños, será un plan ideal. Podrás disfrutar de los bosques y ríos de la montaña alavesa hasta llegar a la cascada de Aguake.
Antoñana está ubicada en el límite del Parque Natural de Izki. Este parque posee una gran riqueza natural. Disfruta de un largo paseo por sus montes, ríos y bosques. Seguro que acabas encontrando alguno de esos rincones idílicos de la Montaña Alavesa.
Puedes visitar la que era la antigua cárcel de Antoñana, que se encuentre en los bajos de la muralla. El pequeño espacio del siglo XVII ahora alberga diversos objetos etnográficos. La pequeña sala de exposiciones o el pequeño museo, tratan de dar valor a la gran historia de Antoñana.
Una vez hemos visto los monumentos y conocido la historia del pueblo, Antoñana ofrece otros planes para desconectar del ruido y encontrar ese momento de conexión con nosotros mismos o quienes nos rodean.
Puedes dar un tranquilo paseo por la ribera del río Ega, disfrutarás del paisaje natural y de poder apreciar Antoñana desde el exterior. Además, es uno de los mejores puntos que hay para contemplar la muralla.
Este centro se encuentra ubicado fuera de las murallas de Antoñana, cruzando la carretera que une Gasteiz y Estella Lizarra (A-132). Hay dos pasos peatonales que pasan por debajo y por encima de esta carretera. El centro de interpretación posee una pequeña colección de objetos que se exponen en el interior de tres vagones.
En el primero está la oficina de turismo de la comarca de la Montaña Alavesa y en el resto están expuestos todo tipo de objetos del ferrocarril Vasco Navarro. Esta línea de ferrocarril unió Estella, Gasteiz y Bergar entre 1927 y 1967.
El recorrido que realizaba el ferrocarril Vasco Navarro, también conocido como “el trenico”, es ahora la Vía Verde del Ferrocarril Vasco Navarro. Es una ruta ideal para hacer en bicicleta o de ruta por los alrededores de Antoñana.
Puedes seguir el recorrido que recrea el viaje que hizo Ignacio de Loiola en 1522 desde Azpeitia hasta Manresa. Por Antoñana solo pasa la 5ª etapa (Alda-Santa Cruz de Campezo). Igualmente es un recorrido precioso que atrae a miles de personas hasta esa zona de Euskadi.
Las fiestas de Antoñana se celebran por San Mateo, el fin de semana más cercano al 21 de septiembre. Incluyen actividades de todo tipo, conciertos, comida, DJs, campeonatos de juegos de cartas...
Podrás echar un bingo, tomar un vermouth, participar en la carrera de plátanos, en la verbena, los talleres infantiles, la Santa Misa del domingo y mucho más. Si puedes no dudes en pasarte para tomar algo.
En Antoñana también se celebra la feria de la primavera, o el Día de la Miel, que se realiza anualmente en el mes de mayo. Es una feria que se lleva a cabo con la intención de promocionar la miel de calidad que se recoge y cata en las numerosas colmenas de la zona de la Montaña Alavesa y en el Centro apícola de Antoñana.
Si eres fan de la miel no te puedes perder este evento en una zona conocida por su producción de miel.
Para llegar a esta zona encantadora podrás ir en coche disfrutando del paisaje o con una ruta en autobús. Te explico cómo llegar a Antoñana sin complicaciones para que puedas disfrutar de una tranquila escapada.
Para ir a Antoñana desde Gasteiz, que está a unos 34 km puedes ir en coche tomando la A-132, lo que te llevará media hora aproximadamente. También se puede ir en transporte público con Alava Bus, saliendo de la Estación de Vitoria. El billete de ida cuesta entre 2 y 8 euros, y el trayecto dura tres cuartos de hora.
Para ir desde Bilbao hasta a Antoñana se puede ir en conche, siguiendo la AP-68, continuando por la A-68 y A-2128. Tardarás 1 hora y 20 minutos aproximadamente.
Para llegar con el transporte público tendrías que coger un bus de Autobuses La Union desde la Intermodal (junto al San Mamés) para llegar hasta la estación de Vitoria, donde cogerías un bus de Alava bus. El trayecto duraría 2 horas aproximadamente (más 15 minutos entre bus y bus) y te costaría entre 6 y 16 euros.
Para ir a Antoñana desde Donostia puedes ir en coche tomando la AP-1, siguiendo por la A-1 y cogiendo la salida hacia la A-132. El viaje dura 1 hora y 40 minutos aproximadamente.
Para ir en transporte público de nuevo tendrías que ir a Vitoria para coger el bus, y para llegar a Vitoria tendrías que coger un bus de Lurraldebus Transportes Pesa S.A. En total el viaje duraría 2 horas y 40 minutos y costaría entre 10 y 20 euros.
Para llegar a Antoñana saliendo de Pamplona puedes ir con coche por la Autovía Camino de Santiago o A-12. El viaje dura una hora.
Para ir en transporte público puedes hacer dos rutas similares. La clave es llegar a Gasteiz para coger el bus que ya hemos comentado. Para llegar a Gasteiz puedes coger un bus de La Burundesa S.A. o La Estellesa S.A. También puedes coger un tren de Renfe.
Te recomendamos que cojas el bus de La Burundesa S.A. hasta Gasteiz y ahí el bus hasta Antoñana, porque es la opción con la que menos se tarda. La duración total será de 2 horas y 45 minutos aproximadamente. El precio del viaje va desde los 8 hasta los 17 euros.
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Este pequeño pueblo encierra gran parte de nuestra historia además de contar con buena gastronomía, monumentos y planes cercanos.
Este evento reúne las tradiciones ancestrales y cobran vida en Zalduondo con desfiles, juicios simbólicos y espectáculos culturales.
Algunos bosques tan mágicos como el de Otzarreta o Urkiola tiñen sus bosques de un tono único que te permite vivir un otoño de ensueño.
Esta villa cuenta con diferentes museos, espacios verdes, actividades e historias que te transportarán y enseñar cómo es la actitud de este pueblo vasco.
Desde ferias rurales hasta procesiones, esta tradición une a las comunidades y recuerda el vínculo de los pueblos vascos con la naturaleza y la cultura popular.
Más allá de las típicas gildas que puedes comer en cualquier parte hay otros pintxos típicos de la gastronomía vasca que debes probar como el txangurro o el antxopi.
